Rivalry ✧ kookmin

Epílogo.

Días después, Jimin y Jungkook no habían sentido tal satisfacción en su vida que caminar por los pasillos de la universidad con las manos entrelazadas y dejando a los estudiantes boquiabiertos.

¿No era que ya no estaban juntos?

Pensé que Jungkook salía con Seulgi.

¿Se enteraron de que Jungkook golpeó a Hoseok en la fiesta de Taeyong porque estaba con Jimin?

¿Jungkook no le había engañado con Seulgi?

Eran algunos de los muchos murmullos que se escuchan y decían sobre ellos. Habían cosas incluso peores, como que Jungkook era tachado de infiel y mujeriego mientras que Jimin de un chico fácil y que le perdona todo a su pareja. Tonterías. La realidad, es que no les podía importar más una mierda lo que dijesen de ellos porque lo único que les interesaba era su relación y si ya todo estaba bien, entonces no tenían nada más de que preocuparse.

Así que continuaron su vida normal, como si nada hubiese pasado.

Pero nada fue más satisfactorio, especialmente para Jimin cuando observó a lo lejos a Seulgi. Ella estaba viéndole con los brazos cruzados y una fastidiosa sonrisa que sólo demostraba superioridad, además de que Jungkook estaba a unos metros de distancia y también lo observaba de reojo. El pelinegro no le importó fulminarla con la mirada en ese momento, o al menos por unos segundos.

Pues después le sonrió y sabiendo que ella aún le estaba observando, avanzó con decisión hasta Jungkook y sin avisarle tomó su rostro y le dió un beso.

Seulgi desde su posición palideció.

¿Qué mierda estaba pasando?

Después de besarlo, Jungkook rodeó su cintura con su brazo y lo apegó más a él mientras continuaba hablando con unos compañeros, en ese momento Jimin volteó levemente su rostro para ver la reacción de Seulgi. Era de película, la chica estaba que la boca se le caería al suelo y los ojos se le saldrían. Al parecer no podía creerlo. Entonces los papeles se invirtieron y esta vez fue Jimin quién le sonrió con insuficiencia a Seulgi para después guiñarle un ojo y apartar la mirada, abrazando más a Jeon.

—H-Hijo de puta... —maldijo en voz baja Seulgi antes de girarse y salir rápidamente de allí.

Park se dió cuenta de esto e inmediatamente se propuso en seguirla, porque no iba a dejar que huyera tan fácil. Al menos no sin antes decirle algunas cuantas cosas pendientes. Le dijo a Jungkook que iría al baño y este, sin saber ni puta idea lo que estaba pasando, aceptó.

Por otro lado, el sonido de sus tacones chocar contra el suelo ante sus fuertes pisadas resonaba por todo el pasillo solitario en el que andaba, sintiéndose completamente furiosa e intentando retener sus lágrimas, dispuesta a irse cuánto antes de allí.

Aunque de igual forma no pudo evitar reprimir más el sollozo que salió de sus labios, al mismo tiempo que sus lágrimas y lloraba más de rabia que otra cosa. Se encontraba en un edificio y el ascensor estaba fuera de servicio así que comenzó a bajar rápidamente las escaleras, agradeciendo que el lugar estuviese vacío pues no quería que nadie le viera llorando. Hasta que mientras se dirigía a las escaleras que iban hacia el otro piso, escuchó de repente una voz a su lado y que no esperaba para nada.

—Hola, linda.

Seulgi se detuvo y casi pegó un brinco cuando giró el rostro y vió a Jimin apoyado en una pared con los brazos cruzados mientras le dedicaba una pequeña sonrisa.

—¿Q-Qué es lo que quieres, Park? —preguntó entredientes, dedicándole una mirada de odio.

—Uhm... —el pelinegro hizo una mueca pensativa— ¿Debería querer algo?