Erótico /Microcuentos/

Manos girando

Justo hoy recordé como me seguías en el auto cuando salía del trabajo.
Más de una vez me amenazaste con perder el juicio.

Solo sonreí al pensar en nuestras manos ardiendo, tocando las llamas de un nunca más.
Incluso el cuervo entendería la referencia.

Pero mientras yo intentaba arder por ti...
Tú ardías por lo que veías.
Fuiste más ojos y tacto, que vista y olfato.

Testarudo.

Tocáme hasta dejar de sentir mi piel.
Bésame hasta quitarme la sed.

Hagámonos omisos de aquel momento efímero que fue el leve roce de nuestros dedos y el ligero contacto de nuestras pupilas.
Creo que eso no es el amor.
Aunque afirmabas que así lo era.

Y ahora que mi camino es más tranquilo.
No logro dejar de pensar en que fui una pésima juez de ese juicio que querías perder. Pero terminaste ganando.

Tocáme hasta dejar de sentir mi piel.
Bésame hasta quitarme la sed.

Porque todo lo que tengo ahora son mis manos girando esperando un nuevo mañana.