Erótico /Microcuentos/

Espejo roto

Esperando que vuelvas para verte y oírte.
Decirte mi día.

Pero en mi mente solo se reproducen las imágenes de tus labios devorando otros labios, mordiendo y lamiendo todo.
Destrozando los sueños que teníamos juntos.
¿Teníamos sueños? Porque tengo la ligera idea de que ya desperté, pero no me quiero levantar de la cama.

En mi mente solo se reproducen tus manos acariciando sus senos y ella gimiendo por ello. Es que juro que lo haces tan bien, que nadie se iría de la cama. Nadie odiaría tu calor, tu sudor y tu olor.

Jamás olvidaré lo que vi por esa ventana, a la hora que no debía, ni donde debía.

En mi mente solo se transmiten los besos de una noche. Las caricias de afecto que estúpidamente confundo.
Los roces contra la mesa, el entrelazar más que nuestros dedos.
¿Será que lo imagino? O es solo un espejismo.

Me miro en el espejo y lo logro más que verlo. Tú detrás de mí, sujetando cintura y brazo con tanta brusquedad que olvido que me veo para ti como el reflejo de ella.

—Ven —dices despacio. Repitiendo cada maldita sílaba. Y es que no puedo decir que no.

Qué difícil que es ser la otra.
Mientras que ella se lleva lo mejor de ti.
Con el puño fuerte quiebro el espejo y ahí es donde estoy yo.
De fondo. Sin mucho relleno.
Siendo la que soy sin ser al mismo tiempo.