Harry Potter: Un Soldado de hojalata.

Capítulo 11: engaña a un amigo

Soldado

N / A: Realmente no estamos atacando a nadie. Hermione, en el canon, aunque tiene buenas intenciones, creía que los que tenían autoridad no podían hacer nada malo. Ella siempre tenía razón. Aunque Harry retiró a Ron después del cuarto año, realmente no confiaba en él. Este Harry no los aguantaría. Los ha dejado atrás.

Ahora que Harry está de vuelta en Inglaterra. Por favor, suponga que está hablando inglés ahora.

Descargo de responsabilidad: consulte el Capítulo 1. Las revisiones son bienvenidas, las llamas no.

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Capítulo 11: engaña a un amigo

Una figura solitaria que llevaba una capa larga y oscura y una bufanda verde plateada subió al Expreso de Hogwarts mientras las multitudes se agitaban. Se rió entre dientes mientras caminaba por el pasillo del tren en busca de un compartimento vacío.

Encontró un compartimento con un solo ocupante y entró. Fue lo mejor que pudo encontrar. ¡Al menos no tenía a Ronald Weasley o Hermione Granger!

Realmente no sabía qué pensar sobre sus antiguos mejores amigos. Tampoco quería enfrentarlos tan temprano en el día.

"Hola", dijo, a la chica de cabello rubio que estaba leyendo una revista al revés. "¿Te importa si me uno a ti?"

"Por supuesto, Harry", dijo la niña, con la revista aún ocultando su rostro. "Me gusta el nuevo tú. Finalmente has perdido los wrackspurts que te han estado molestando".

Harry se sentó frente a ella y parpadeó, bajando la capucha. "Uh ... pensé que nadie me reconocería".

"Siempre te conoceré", dijo la chica mientras bajaba la revista. "Soy Luna Lovegood".

Harry notó una vez más su cabello rubio y sus bonitos ojos gris plateados. Llevaba túnicas de Ravenclaw. "Harry Potter, como obviamente ya sabías. ¿Qué son los wrackspurts?"

"Naturalmente", dijo con una sonrisa, mientras inclinaba la cabeza hacia un lado mientras lo estudiaba. "Los Wrackspurts son pequeñas criaturas a las que les gusta andar con gente con pensamientos confusos".

"Ya veo", dijo Harry con una sonrisa.

"Me gusta el nuevo look, Harry. No sabía que visitaste Japón este verano".

Harry parpadeó. "Cómo. . . ?"

"El kenseikan", dijo dándoles a las pinzas el nombre correcto. "Solo aquellos de los antiguos clanes nobles los usan. Te quedan bien".

"Arigato, Lovegood-san. Lo siento, todavía trato de volver al inglés después de estar en Japón durante el último mes", dijo mientras se reía. "El jefe del antiguo y noble clan Kuchiki me adoptó en su clan hace poco tiempo. Entonces, ¿cómo estuvo tu verano?"

"Papá y yo lo pasamos buscando el snorkack de cuernos que se desmoronaba en las Islas Malvinas".

"¿Encontraste alguno?" Harry preguntó con interés ya que podía sentir la tranquila diversión de Muramasa en el fondo.

"En realidad no, pero nos lo pasamos muy bien mirando", dijo mientras recogía su revista, solo para volver a leerla al revés.

Harry se abstuvo de comentar sobre este método peculiar. En muchos sentidos, Luna Lovegood le recordó a Orihime Inoue. Era simplemente aterrador. "Solo espero que no le guste la pasta de frijoles rojos en todo", reflexionó con un ligero estremecimiento.

Harry cerró los ojos y se echó hacia atrás. Sabía que no tenía mucho tiempo antes de que los demás lo encontraran, así que quería tomarse el tiempo para calmarse y centrarse. Ahora era el momento perfecto para realizar 'jinzen *' que Urahara le enseñó.