EL PAJARO CANTA HASTA MORIR
Colleen McCullough
PLAZA&JANES EDITORES.S. A.
Título original: THE THORN BIRDS
Traducción de J. FERRER ALEU
Portada de IBORRA & ASS.
Primera edición en esta colección:
Noviembre, 1984 Segunda edición en esta colección:
Abril, 1985 Tercera edición en esta colección:
Mayo, 1985 Cuarta edición en esta colección:
Mayo, 1985 Quinta edición en esta colección:
Junio, 1985 Sexta edición en esta colección:
Julio, 1985
Séptima edición en esta colección: Octubre, 1985
Copyright © 1977 by Colleen McCullough © 1978, PLAZA & JANES EDITORES, S. A.
Virgen de Guadalupe, 21-33 Esplugues de Llobregat (Barcelona)
Printed In Spain - Impreso en España ISBN: 84-01-81250-X - Depósito Legal: B. 31.259-1985
Impreso por Gráficas Dúplex - Ciudad de la Asunción, 26 Barcelona
ÍNDICE
UNO 1915-1919 MEGGIE 6
DOS 1921-1928 RALPH 38
TRES 1929-1932 PADDY 116
CUATRO 1933-1938 LUKE 151
CINCO 1938-1953 FEE 227
SEIS 1954-1965 DANE 279
SIETE 1965-1969 JUSTINE 349
A la 'hermana mayor» JEAN EASTHOPE
Hay una leyenda sobre un pájaro que canta sólo una vez en su vida, y lo hace más dulcemente que cualquier otra criatura sobre la faz de la tierra. Desde el momento en que abandona el nido, busca un árbol espinoso y no descansa hasta encontrarlo. Entonces, cantando entre las crueles ramas, se clava él mismo en la espina más larga y afilada. Y, al morir, envuelve su agonía en un canto más bello que el de la alondra y el del ruiseñor. Un canto superlativo, al precio de la existencia. Pero todo el mundo enmudece para escuchar, y Dios sonríe en el cielo. Pues lo mejor sólo se compra con grandes dolores... Al menos, así lo dice la leyenda.
UNO
1915-1919
MEGGIE
1
El 8 de diciembre de 1915, Meggie Cleary cumplió cuatro años. Su madre, cuando hubo retirado los platos del desayuno, puso en sus brazos un paquete envuelto en papel de embalar y le dijo que saliese fuera. Y Meggie se acurrucó detras de una aulaga próxima a la puerta de entrada y empezó a tirar del papel con impaciencia. Sus dedos eran torpes, y el envoltorio, resistente. Olía un poco a los grandes almacenes de Wahine, y esto le reveló que, fuera cual fuese el contenido del paquete, había sido milagrosamente comprado, no regalado o confeccionado en casa.