Columpio

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Columpio

Post Canon / Angustia


La Torre Koi se eleva, alta, sobre las añiles nubes circundantes. Desde el suelo se puede vislumbrar cómo la envuelve un halo dorado lleno neblina nívea. El sol no debería penetrar insistente; ciertamente lo hace. Ese astro rey brilla con esplendor, calentando con ímpetu, pero sin causar verdadera molestia.

Jin Guangyao siente el sopor de la perfección. La calidez del mañana. La vida que siempre ha soñado, se dibuja tal cual lo planificó en su momento donde el rencor le hizo jurar a los dioses marciales que nunca más lo verían caído, deshonrado, humillado.

La idea de ser finalmente lo que siempre forjó para su vida ahora se manifiesta en la forma de Cultivador en Jefe, la forma de perfecto esposo, líder de la secta Lanling Jin.

Su palabra, finalmente es poder; su dictamen, una ordenanza divina que no puede ser cuestionada.

Todos le temen, le respetan.

Para llegar a donde está ahora, Jin Guangyao tuvo que realizar actos deleznables, cuestionables. Unos, llenos de malicia y asesinato; otros, llenos manipulación y alevosía.

Tan lamentables fueron las circunstancias, pero a Jin Guangyao no le quedó opción en su momento: tuvo que asesinar a su hermano jurado mayor, incluso al hermano menor de este cuando se enteró del hecho. El pobre desgraciado Mo Xuanyu sufrió las consecuencias de la manipulación efectuada por Nie Huaisang. Si lo hubiera sabido a tiempo, habría protegido a su pequeño hermanastro de todo daño, pues sabe que la única víctima de todas aquellas circunstancias, fue él. Incapaz de detener a tiempo lo sucedido, lo único que puedo lograr en venganza fue el asesinato haciéndolo pasar por un desafortunado accidente donde unos cadáveres feroces destrozaron su cuerpo.

Qinghe Nie desapareció. Jin Guangyao, siendo el benevolente profesado, ha dictado a un líder regente mientras los familiares lejanos del clan padecen el daño. En ese momento no podía permitirse perder otra gran secta, no cuando tiene al bueno de Xue Yang. Lindo niño, hace un excelente trabajo.

De la muerte de Mo Xuanyu, el único evento afortunado fue la resurrección de Wei WuXian. Resurrección que fue manipulada por él para evitar que el nuevo huésped de aquel cuerpo hiciera algo en contra de su dogma. Resultó una suerte que el nuevo huésped fuera aquel infame Yiling Laozu.

Una conversación con él bastó para hacerle comprender la circunstancia y lo beneficioso que sería estar de su lado mientras todo funcionara de acuerdo de lo que se espera de un cultivador honrado como Jin Guangyao.

Fue una suerte, una bendición de las deidades marciales que Lan WangJi estuviera en ese momento buscando con intensidad su amor no correspondido. Se resolvió el asunto de lo acontecido en la Villa Mo, la resurrección de Wei WuXian se mantuvo en secreto, y fue llevado a Gusu para que estuviera al cuidado de Lan WangJi.

Wei WuXian no opuso resistencia. En realidad, él parecía cansado y abatido por la idea de vivir nuevamente. Sólo quería estar tranquilo y quien mejor que Lan WangJi para traerle la paz ansiada a su espíritu turbado.

Resuelto ese asunto, Jin Guangyao comenzó a planificar. Sin Qishan Wen a cuestas midiendo cada nimia acción en consecuencia; sin Nie Huaisang siguiendo cada paso; sin Nie Mingjue juzgándolo silenciosamente, Jin Guangyao pudo ejecutar sus planes de tener el mundo del cultivo bajo su mando. Mover silenciosamente las piezas de Go en el tablero para que cada fragmento vaya cayendo en su lugar.

Transcurrido siete meses de la resurrección de Wei WuXian, finalmente Jin Guangyao ha erigido el templo Guanyin en honor a su madre. En ese lugar, esconde mucho más que los restos de ella; mucho más que una simple tumba en su honor.

Fictober XiYaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora