𝗙𝗔𝗞𝗘 LOVE ៚ 𝗡𝗔𝗠JIN

IV

Seokjin se encontraba de camino al estudio. Hoy era el día en que mostraría su canción a Namjoon.

Luego de tanto pensarlo había decidido presentar la segunda canción, aquella en donde desnudaba su alma ante el mayor. No era necesario la primera, no se quería despedir. No aún. Quería probar su última opción. Quería ver si aún valía la pena para Namjoon.

Había batallado consigo mismo; tenía dos opciones, revelarse ante el mayor o alejarse definitivamente... y el prefería quedarse vulnerable. El moreno se había vuelto tan importante para él que sacrificaría sus secretos con tal de que siguieran juntos. 

También había estado pensando en la situación Namjoon/Jimin y sinceramente no tenía nada que hacer. El chico era perfecto y le ofrecía miles de cosas al mayor que hacían que Seokjin se sintiera aliviado. Siempre decía que a Namjoon no lo merecía nadie, pero había llegado Jimin a su vida y el chico lo valía. Aún le dolía, si. Aún no lo aceptaba del todo, si. Aún era consiente de que lloraría un par de noches por ello, si. Pero Seokjin aceptaría alejarse del amor de su vida sólo para que este fuese feliz sin importarle lo mucho que se lastimara. 

Así era el amor, ¿No? Sacrificarse por la persona que amas con el único fin de que esta sea feliz, incluso si el sacrificio son tus propios sentimientos. 

Seokjin apretó las manos en el volante y sacudió la cabeza. Debía concentrarse en el camino y su futura canción, deseando una buena respuesta por parte de Namjoon. 

Kim Namjoon, si no te gusta la canción te mataré... Siendo honestos sólo fingiré que no me importa y lloraré mucho en mi departamento, ¡Ahg! ¿¡Por qué soy tan patético!?

Aparcó el auto y subió hasta el estudio. Su corazón había bajado sus pulsaciones y ahora eran lentas pero con fuerza. Tenía muchísimo miedo y estaba a nada de arrepentirse. 

 —No, Seokjin —susurró mientras salía del ascensor—. Por primera vez en la vida ten las bolas de ser valiente y enfrenta tus miedos. Es una simple canción, quizás ni entienda el mensaje. Deja de ser patético.

Se dio ánimos y ya al frente de la puerta, tocó. Namjoon le había dicho que podía entrar sin la necesidad de tocar pero la única vez que lo había hecho, fue cuando se encontró la escena de Jimin en las piernas de Namjoon, así que no, prefería mil veces tocar antes de encontrarse otra situación de ese estilo.

Escuchó un "adelante" y abrió para entrar.

—Buenas tardes, Seokjin.

Seokjin quería llorar. Ya no era Jinie, Jinie bonito, principe, nada, volvía a ser Seokjin. El Seokjin de cuando a penas se conocían, el Seokjin de cuando habían comenzado a trabajar, el mismo Seokjin que no era considerado como el mejor amigo de Namjoon.

Su mayor lo odiaba, no había duda de ello, y ya no estaba tan seguro de su segunda canción. Cada vez tenía más ganas de despedirse de una vez por todas de Namjoon.