「𝗙𝗟」Kim Seokjin lo tenía todo; belleza, dinero, talento, carisma. Era el idol favorito y podría tener a sus pies a todas las mujeres y hombres que deseara, una sola sonrisa y ya estarían comiendo de su mano. A sus veintitrés años tenía todo lo que...
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—No me gustó el cambio al final que hiciste.
—Ok, lo dejaré igual.
—Te dije desde un principio que lo dejaras tal cual como está —aclaró el menor—. Me gusta como me quedó la canción, así que no hace falta ninguno de tus arreglos.
Namjoon negó divertido por la actitud de Seokjin, —Como usted diga, jefe.
Seokjin asintió complacido y le sonrió a Namjoon.
Habían pasado dos años desde que se había retirado. Su proceso de Autoamor había durado su tiempo y ya por fin se sentía preparado para volver. Namjoon había cumplido su palabra y había estado con él en todo momento; cuando creyó que no podía, cuando las personas se burlaron de él por sus problemas, cuando tenía el odio de todos encima. El moreno estuvo ahí y lo apoyó en todo.
Fue un pilar fundamental en su cambio de vida. Sus padres también se habían manifestado y le dieron todo su apoyo. Tuvo el amor de muchas personas; Namjoon, Jimin, —con el cual se había disculpado y ahora lo consideraba su amigo— sus padres y sus fans, que nunca lo dejaron solo y esperaron su regreso con toda la calma posible.
Salió en millones de noticias. Su retiro había sido comentado por muchas personas; algunas burlándose y otras sin importarle nada, pero eso era algo que Seokjin ya veía venir, así que se sentía preparado para ello de cierta forma.
Todo ese tiempo se dedicó a mejorar y a conocerse a si mismo, a pedirse disculpa y a renacer.
Su novio, —con quien ya tenía un año y medio juntos— estuvo ahí y ahora lo ayudaba a preparar su canción de retorno. Había escrito esta canción y se sentía bastante emocionado por su recibimiento. Una parte de él esperaba quedar en el olvido, mayor fue su sorpresa al saber que seguía siendo nombrado por las personas y que millones esperaban su regreso. No los podía defraudar.
—Jiminie me dijo que tendrían una especie de noche de belleza hoy —comentó Namjoon.
—¡Oh, si! Nos pondremos mascarillas y esas cosas que dejan la cara bonita.
—Quien diría que te llevarías tan bien con Jiminie.
—No te burles, ¿Si? —reprendió Seokjin al notar el tono burlón del mayor—. Es un chico fantástico y me cae muy bien. Me perdonó a pesar de todo lo que le dije, así que llevarme bien con él es lo menos que puedo hacer... a parte de que tiene novio y no está tras tuyo.
Namjoon rió a carcajadas por la respuesta del chico, contagiando a Seokjin en el proceso.
—¡Yaaa! Debemos concentrarnos. Quiero que la canción sea perfecta.
—Saldrá bien, amor. Sólo con tu voz la canción saldrá increíble.
—Eso ya lo sé pero no hay que confiarse —respondió el menor.
Namjoon silbó y miró a Seokjin con una sonrisa, —¿Te dije lo hermoso y sexy que te ves cuando te tienes confianza?
Las mejillas de Seokjin se calentaron y desvió la mirada. Aún se sentía avergonzado cuando Namjoon soltaba ese tipo de cosas.
—¿Sólo cuando me tengo confianza?
—Cierto, error mío... Siempre te ves hermoso y sexy y me tienes bien enamorado porque pendejo ya soy.
—¡No digas cosas así, Joonie! —chilló Seokjin mientras se tapaba el rostro—. Mejor concentrémonos en Epiphany para terminarla.
—Mejor ven a darme un beso y seguimos.
Seokjin sonrió y salió del estudio para complacer a su novio. Se sentó en sus piernas y lo besó. Amaba los labios del mayor y nunca se cansaría de estar de esa forma con él.
Se separó de Namjoon y le acarició las mejillas antes de susurrar: —Te amo, Joonie. Gracias por creer en mi.
Namjoon sonrió en grande y le robó otro beso a Seokjin antes de responder: —Te amo, mi amor, hermoso, precioso, divino, lo mejor de mi vida.
Seokjin rió a carcajadas y desvió la mirada para que Namjoon no viera sus mejillas rojas de tanto halago. Se besaron por algunos minutos más para después seguir con lo que estaban.
—Creo que ya te lo había dicho, pero lo repetiré; esta es tu mejor canción y me gusta bastante.
—También creo lo mismo —respondió Seokjin—. Epiphany es mi momento revelador; es mi momento de amarme.
Namjoon asintió de acuerdo y comenzaron con la grabación.
«Soy yo al que debería amar en este mundo. Iluminando preciosamente mi alma. Finalmente me di cuenta que me amo. No tan perfectamente, pero si tan hermosamente. Soy yo al que debería amar»
Aún faltaba camino que recorrer, aún había miles de obstáculos que enfrentar y mucha vida que vivir, pero Seokjin aprendió a amarse a sí mismo y tenía el apoyo de sus seres queridos.
Su corazón estaba en paz, su mente estaba en paz y él estaba en paz.
Que bien se siente amarse a sí mismo.
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