Tercera Parte - Capítulo 5

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2.Aparición Y Asesinato.

Esos días muchas personas más fueron elegidas por el bien y por el mal. Algunas más allá del atlántico y otras, mucho más cerca de donde estaba Ginny.

Se eligieron de todas las edades. La persona más joven que fue escogida fue Adrián Gomez, él era un niño de tan solo nueve años. Adrián fue elegido por culpa de sus padres, ellos habían hecho desde hace mucho tiempo un pacto con el diablo, así que ya era tiempo que pagaran la deuda y que mejor manera de pagarle al diablo si no es dándole a tu primogénito.

Adrián esa noche estaba durmiendo en su cuna, sí, a sus nueve años seguía durmiendo en cuna, eso le gustaba mucho.

Su cuna era de madera y plástico, simplemente era muy bonita.

Los ojos de adrián se estaban cerrando, tenía su dedo pulgar en la boca, él tenía un pijama amarillo con dibujitos de Bob esponja.

La puerta de la habitación de él estaba cerrada, sus padres dormían en la habitación de al lado, así que si Adrián lloraba, sus padres correrían a mirar que le había pasado a su hijo.

La puerta de la habitación de Adrián se empezó a abrir, lenta y suavemente.

-¿Adrián?-preguntó una dulce voz femenina-. Mi amor, ¿estás despierto?.

Adrián vio que su madre estaba entrando a su cuarto con un pequeño biberón amarillo.

-¿Estás despierto, amorcito?.

Adrián sintió dolor, un dolor parecido al que provocaban esas estúpidas agujas, a las cuales llamaban vacunas, Adrián odiaba esas cosas más que a nada.

-¿Estás despierto?. No te hagas el dormido, no te servirá de nada.

Adrián tenía cinco años, él podía ser muy pequeño y todo, pero sabía que esa voz, que esa figura, por más que intentara aparentar a su madre. Esa cosa carecía del amor de su madre, del calor y el olor a ternura que inspiraba su madre. Esto tenía más un amor forzado y temeroso, algo que su mamá nunca había tenido en su voz.

-Adrián, ¿estás bien?.

Adrián se asustó y lo confirmó. Esa cosa no era su madre, a su madre nunca se le saldría un gallo, su madre nunca decía Adrián, ella le decía muchos apodos de cariño, pero muy rara vez le decía “Adrián”.

A Adrián le encantaba su cuna, por ello dormía en ella, a la edad de cinco años no es normal que todavía siguiera durmiendo en la cuna, pero aun así lo hacía.

Lo que no cuadraba en este caso es que si su madre inspiraba tanto cariño como Adrián creía, ¿Por qué ella y su padre habían hecho un pacto con el diablo?. Simple y llanamente por que en el momento que hicieron el pacto ellos estaban muy mal económicamente:

Era un lunes, El padre de Adrián Gomez se llamaba Peter Gomez, después de un tiempo él se cambió el nombre, más no el apellido, Peter había sido despedido de su empleo hace más de una semana, él era un chofer al cual no le iba muy bien, aun así, el sueldo le alcanzaba para comer.

La madre de Adrián se llamaba Rosa. Ella tenía un muy buen trabajo, era gerente del presidente de una compañía muy rica.

En ese tiempo, ellos no tenían planeado tener a Adrián.

De repente el señor Gomez fue despedido de su trabajo como conductor.

Ellos pensaron que no era nada grave, Rosa pensó que con su trabajo lograría mantenerlos perfectamente a los dos…Pero se equivocaban, Rosa fue despedida  por faltar a reuniones importantes.

Ginny (incompleta).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora