Parte Ocho 4/4

38 1 0
                                    

DOCE / RAIZA

Raiza aparcó el auto.

El viento soplaba plenamente.

-¿A qué venimos? –preguntó Stella.

-Cállate –dijo Raiza.

-Oh, a mi no me callas…

-Cállate, creo que oí algo.

-Oh, muy bien, ahora me callo –susurró Stella.

Las dos mujeres estaban en la entrada de un parque, no un parque de diversiones, era más bien un parque ecológico.

-Sígueme –dijo Raiza sacando su pistola.

-La verdad no sé cómo carajos te dejan portar armas, ¿no se supone que en este país eso es ilegal? –preguntó Stella.

-Pues por sí no sabías; este es el país donde con dinero lo ilegal se hace legal –respondió Raiza.

Stella no dijo nada.

Raiza subió unas cortas escaleras y dio a parar a una fuente que no tenía agua. En la fuente había mucha suciedad y un par de condones usados, también había un líquido rojo que parecía volverse más y más negruzco (era sangre).

-Otra vez dejaron rastro –dijo Raiza entregándole el arma a Stella y sacando su celular-. Líe tiene que ver esto –Raiza fotografío la mancha de sangre.

-¿Líe? –preguntó una voz-. Pensaba que estaba muerto

Raiza conocía esa voz.

Un hombre salió de los arboles y mostró su gran y apuesta cara blanca (Y no, no era un puto vampiro creado por obra y gracia del mundo de Crepúsculo).

-¿Ronald? –preguntó Raiza.

-Oh, sí, Más Ronald que nunca –respondió el hombre.

Stella quiso hablar, pero pensó que no era prudente hacerlo en ese momento.

-¿Por qué estás por aquí? –preguntó Raiza guardando su celular en el bolsillo.

-Cosas del maldito destino –Ronald tenía unas vestiduras negras y rojas, tenía un anillo de oro en el bolsillo (para la buena suerte), y en su mano portaba un gran cetro negro que tenía un haz de luz azul -, ¿Y cómo es que Líe está vivo?, yo recuerdo haberlo matado.

-Pues eso mismo recuerdo yo de ti, yo recuerdo haberte matado –respondió Raiza.

-Pues mírame, sobreviví –dijo Ronald alzando una mano.

-Ronald, lárgate por favor –dijo Raiza, ella no tenía ninguna expresión en la cara

-Muy bien –dijo Ronald-. Pero antes debo decirte algo Raiza: En Silverworf tengo un gran trabajo, pagan muy bien y necesitaría una acompañante que me ayude a cazar demonios, y la verdad es que no conozco ninguna otra mujer que tenga habilidades tan maravillosas cómo las tuyas.

-¿Y? preguntó Raiza.

-Quería saber si…-prosiguió Ronald-. Quisiera saber si quieres venir conmigo.

Raiza agachó la cabeza:

-Muchas gracias Ronald –Dijo Raiza mirando a Stella, Stella miraba a Raiza con cara de “No me dejes, perra”-. Gracias, pero por ahora no, estoy ocupada en algo más importante.

Ronald se desilusionó:

-Muy bien. Igualmente te voy a dejar una tarjeta con mi número de teléfono para que me llames si decides más adelante aceptar o si quieres que alguna vez nos veamos….O….Salgamos a comer….O vayamos al cine.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 19, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ginny (incompleta).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora