No basta sólo una noche.

Cap I

Me desperté a las siete de la mañana porque el sol me caló en los ojos y al levantarme vi a una bella dama que no tiene relevancia, por su cara de satisfacción deduje que había sido una gran noche para ella, pero no para mi.
Tome mi ropa y me viste, al salir me topé con el chico que nos había dado asistencia en la noche, y le dije que no entrará. Pague la noche y salí de ahí, al sacar mi teléfono noté que tenía 10 llamadas perdidas de Mikasa, aparentemente estaría enojada, pero no sé las devolví pues quería darle una gran sorpresa. Ah... Mi relación con ella no ha sido siempre la mejor de todas, antes le gritaba demasiado, hasta el punto de hacerla llorar, y ahora que lo pienso era un canaya; ella me seguía a todas partes, y me golpeó 2 veces, ambas por arrogante y terco, seamos sinceros, lo merecía. Ahora que la miro pienso que tuve demasiada suerte al conocerla, haberme encontrado con ella ese día fue una luz, puedo jurarlo. A día de hoy, hemos tenido relaciones sexuales casi a diario, y si se lo preguntan, ella es estéril, papá tuvo que encargarse de ello a la fuerza. Pero no me preocupa, sé que ella es fuerte y desde que la esterilizaron deseo que nunca haya pasado y poder tener hijos, pero ambos sabemos que ya no se puede.
Al llegar a casa escuche el llanto de alguien que venía desde la cocina, era ella aparentemente, cada mes veía con tristeza un papel que marcaba que era estéril y lo odiaba, muchas veces se lo quite y lo guarde, no se como lo encuentra, pero ya me harté de eso.

-Mikasa...

-Eren! -se levantó rápido mientras se secaba las lágrimas y escondió el papel. Yo fui y la besé, también le hice suponer que la abrazaria pero le quite la hoja y prendí un mechero.

-Ya no verás esto. -incineré esa maldita hoja y ella vio con mucho asombró ver las cenizas acer al suelo.

-Eren... -hay veces en las que parece que no sabe decir otra cosa...

-Qué? Si este papel sigue existiendo, tú seguirás llorando y ya no quiero que lo hagas...

-Pero crei que sólo me querías por...

-Sexo? No... Mikasa, eres la mujer más importante de mi vida y yo soy un imbécil para demostrarlo, así que trato de transmitirlo con eso... Y cambio el tema -ella me miro- qué haces despierta?

-He... es que no pude dormir, me acostumbré dormir en coma de algo cálido y sudoroso...

- Ah... -sonreí y volví a besarla, dejé el mechero encima de la mesa y la lleve al cuarto.

- No! - la mire totalmente confundido y ella se sonrojo.- No... no hemos comido, y debemos comer...

-Ha... -puse mi cabeza en su hombro y suspire- esta bien, vamos a comer. -ella agarró mi cara y sonrió, me llevo a la cocina de la mano, como si fuese el día más feliz de su vida.- Pasa algo?