Misceláneas

¿Lo prometes?

FANDOM: Yakusoku no Neverland
SHIP: Norman x Emma (?)

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- ¿Eh? – el rostro del albino estaba colorado a más no poder - ¿¡Cómo puedes decir eso con tanta seguridad!? –

- Es que solo dos personas se pueden casar, ¿no? Ray dice que no se quiere casar con nadie, así que, ¡casémonos cuando crezcamos, Norman! – la niña pelirroja dijo con una inocente sonrisa

- ¿Pero así como así? ¿Está bien? – seguía nervioso el de orbes azules

- Te dijo que sí, tonto. – habló el pelinegro sin apartar la vista de su libro – Si quieren hasta los caso yo y todo. –

- ¿En serio, Ray? ¿Harías eso por nosotros? – dijo muy alegre Emma

- Por supuesto, solo quiero que sean felices. –

- ¡Yey! ¿Escuchaste, Norman? Ray nos va a casar cuando crezcamos. –

El pequeño niño la miró dudoso, estaba muy contento sin embargo no podía dejar de ser escéptico, así que como todo niño dudoso preguntó.

- ¿Es un promesa? – dijo mientras levantaba su mano mostrando su dedo meñique

- ¡Promesa! – ella tomó su meñique con el suyo y cantaron el juramento.

Quién rompa la promesa...

.

.

.

.

.

Los orbes verdes observaban con angustia el contenido de aquel cajón. Justo antes de salir hacia la iglesia, recordó que se le estaba quedando algo y volvió a buscarlo, pero simplemente no podía encontrarlo. Mientras buscaba y rebuscaba, había dado con esa gaveta. El contenido le hacía pensar en el pasado. En aquella promesa de niñez que estaba a horas de ser rota para siempre. Pues aquel con el que había entrelazado su dedo, no era el mismo que la esperaba en el altar.

Pero que ingenua ella de niña, aún no tenía ni idea de las vueltas que daba la vida. Hoy podías odiar a alguien y mañana ser tu mejor amigo. Hoy podías amar a uno, y después a otro. Hoy estabas vivo y al día siguiente, ya no.

De pequeño anhelabas cierta esencia, que ahora de mayor solo parece un sueño vacío, una niñada.

Antes de cerrar de una vez por todas aquel cajón del aparador, lo miró por última vez. Para nada era infeliz, al contrario, nunca había estado tan eufórica en su vida. Estaba a punto de casarse con quien había sido su mejor amigo por tantos años, a quien amaba desde la adolescencia y con quien había compartido como con nadie más había hecho.

Sin embargo, ese era el problema.

Era feliz a costa del sufrimiento de otros, a costa de romper una promesa que juró en su niñez.

- Eso fue cosa de niños... No hay de que preocuparse. Estoy más que justificada de romperla...- decidió la pelirroja cerrando de una vez el cajón

Al escucharse el sonido de la madera chocando, fue como presionar el botón que llevaría al mundo a la catástrofe. El teléfono había sonado en su casa en aquel momento. Su amiga desde la entrada a su casa preguntaba que tanto se demoraba. Emma solo la ignoro y fue a contestar el teléfono.

Al responder, una voz rasposa y conocida por ella le hablo desde el otro lado.

- Quien incumpla la promesa... - comenzó y al instante entró en pánico - ...deberá tragar mil agujas, ¿verdad? -

- N-norman que... - quiso decir algo pero el le cortó en seco

- Resulta que no tengo agujas en mi casa... es una lástima... -

- ¿¡Acaso estabas pensando en-¡? –

- Por supuesto. ¿No deberías tu también? – su tono fue seco, amenazante e insensible – En tu casa tienes un cajón lleno de ellas... que envidia... -

- Norman, no estás pensando bien, mandaré a Don a buscarte. –

- Claro, claro... para no tener que suspender la boda... Ah... - hizo una larga pausa, era tan aterradora que la hermosa cara maquillada de la novia se transformaba poco a poco en un rostro total de terror. – Me pregunto si funcionará también con clavos. –

Y sin nada más que decir, el teléfono sonó el timbre molesto, indicándole a la perpleja mujer que había colgado.

"¡No! ¡NO!" penaba con desesperación

Corrió ignorando todo lo demás, corrió y huyó de todos, debía salvar a su amigo de la estupidez que cometería, por algo tan tonto como una promesa de niños. Algo tan tonto...

Tan tonto... Tan loco... Tan imprudente... Tan estúpido... Tan necio...

"Por favor tiempo detente, por más que quiera, no llegaré a tiempo... por favor... es mi amigo..."

Pero el tiempo no se detuvo. La mano del albino tampoco. Ella no se hizo más rápida, ni él se hizo más lento. Los clavos nunca dejaron de estar afilados y su cuello no dejó de ser suave y frágil. Sus tacones no evitaron romperse, ni la gente la pasó desapercibida. La puerta de la casa no se abrió sola, ni la policía apareció por coincidencia. El novio en el altar no dejó de preocuparse, ni su mente lo hizo sentirse mejor. Las lágrimas no dejaron de caer, la sangre no dejó de fluir, el anillo nunca se colocó en el dedo, y la promesa... nunca se cumplió.

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HEEEY, esta mini historia la hice por un reto entre mis amigas, el tema era "Promesa" así que TENÍA que usar algo relacionado con TPN xD
Nunca había escrito algo así de triste y loco (bueno, loco sí, nomás lean Hunger jajja autospam express xD)

Espero que les haya gustado!