La bestia

Las sospechas de Kohaku

Narrado por Inuyasha:

Después de la muerte de Rin el pueblo entero se conmocionó y ayudaron a su madre con el velorio, todos nuestros compañeros del instituto estuvieron presentes así que decidí asistir yo también para mostrar un poco de empatía aunque realmente no lo sentía ni lo veía así, era más como una despedida a esa delicia que horas atrás había disfrutado.

El día se encontraba nublado, todos estaban reunidos en el cementerio, yo por mi parte no me acerque demasiado porque su dulce aroma aún estaba presente y no quería perder el control de mí.

Kohaku me observaba con una gran molestia reflejada en su rostro !Pobre idiota! pensé pues aún estaba molesto por la acusación que le hice frente a todos. Observe como Ayame se acercó a él, a kilómetros podía notar que ella sentía algo por él pero tal parecía que a Kohaku no le importaba.

Llegue al punto en el que ver tanto drama me canso así que decidí volver a mi casa, sin duda necesitaba descansar para poder cazar esta noche, él necesita alimentarse y yo debo cumplir con ello.

Por la noche estaba listo para salir, como siempre sería en mi forma humana para evitar que alguien me descubriera aunque todo se vio frustrado cuando me topé con el estúpido Sheriff —Buenas noches Inuyasha —Me saludo un poco intenso

—Hola Sheriff —Respondí sin ánimos

Él me observó de pies a cabeza — ¿Qué hace aquí? Claramente pedí que no salieran de su casa

Imbécil, maldito imbécil quería arrancarle la cabeza en ese momento pero no le daría el gusto de atraparme por lo que trate de controlarme —Salí a caminar un poco

—Vuelve a casa, será mejor que no salgas por ahora

¿Qué demonios le sucede a este hombre? mi furia crecía al ver la mirada tan retadora que me dedicaba, podía notar que intentaba descubrir algo en mí, por supuesto algo que no encontraría, él sabía que estaba tensó así que intento relajarme —Cálmate, por esta noche no cazaremos pero mañana quiero la cabeza de ese estúpido policía — ¡sin problema! esta vez estábamos de acuerdo, el Sheriff tenía las horas contadas.

Por la mañana me levanté para asistir al instituto como cada día, al llegar las caras largas no se hicieron esperar, aún seguían dolidos por la muerte de Rin ...Como eras querida mi hermosa Rin... suspiré al recordarla y seguí mi camino hasta el salón de clases, intenté mantener la concentración pero las ansias de arrancarle la cabeza al idiota del jefe de policía no me lo permitía, a la hora del receso me llamó la atención ver a todos los chicos reunidos en el patio, cuando note que Kohaku se encontraba en medio de todos supe que algo no andaba bien y decidí acercarme poco a poco.

—! No puedo aceptarlo! —Grito Kohaku frustrado —¿Por qué a ella?

Siempre con su dramatización pensé mientras contenía mis ganas de reír, Koga se acercó a él —Tranquilo Kohaku, la pérdida de Rin nos duele a todos pero... solo nos queda esperar a que la policía logre atrapar a ese animal

— ¡No! yo tengo... tengo que averiguar dónde está ese maldito animal... no voy a descansar hasta matarlo con mis propias manos y vengar la muerte de Rin

Aquellas palabras fueron el colmo Realmente cree que puede conmigo Ja!, me acerque a él y con una voz firme los hice voltear —¿Realmente crees poder con esa bestia?

Todas las miradas se fijaron en mí, en especial la de él —Por supuesto, haré lo que sea por vengar a Rin

—No eres tan fuerte Kohaku... podrías perder la vida —no pude evitar mi arrogancia, él me exigió que me detuviera o yo mismo me delataría