➸Prólogo

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Todo el pueblo les temía, pensaban que eran simples bestias creadas para matar e incluso rumores corrían diciendo que eran una aberración hecha por la mano del hombre pero la verdad estaba mucho más reservada para lo que el pueblo de Busan podía aceptar.

Los licántropos habían existido miles de años atrás, escondidos, permaneciendo siempre en las oscuras tinieblas. Sin ser persibidos ante los ojos humanos, cumpliendo con tareas ordinarias.

Las personas encontraban aterrador que un ser humano pudiese cambiar de formar y adoptar la apariencia de un animal.

Pensaban en ellos como verdaderos mounstros.

Los cambiantes, como se les conocía comúnmente, no cazaban y sus dietas no se regían en sangre humana, inofensivos a decir verdad, pero el pueblo vivía en un concepto totalmente cerrado, insultante, incluso para ellos, por lo que, no se permitían revelarle a cualquiera sus habilidades o talentos sobrenaturales.

Siempre manteniéndose en secreto.

Desde pequeño le mostraron a Jungkook que sus habilidades eran innecesarias en un mundo de mortales y que si llegase a exponerse demasiado podría ser el blanco perfecto para los cazadores y las manadas enemigas.

Le mostraron a ocultar sus olores y aromas, sus instintos e incluso a olvidar que era un hombre lobo.

Pero Jungkook siempre tuvo un alma guerrera, él no podía permitirse olvidar su verdadera naturaleza, suficiente tenía con vivir en las sombras.

Por eso todas y cada una de las noches le pedía a la madre luna ser fuerte como nadie y temerario como pocos.


Mientras.

En otra parte de Busan, se encontraba la preciosa Kang, con mejillas algo regordetas y húmedas, producto de un llanto incontenible, pidiendo a la madre naturaleza un poco de fuerza. Una segunda oportunidad.

En un mundo donde los mortales eran completas criaturas indefensas, ella era la presa más fácil.

Kang Byeol, el nombre de una chica que era pasada por alto. Simple a los ojos erróneos.

Una chica a la que se creía fácil de perturbar, de manchar, de borrar sin provocar algún cambio.

Desmerecida en el mundo incorrecto.

Para los enemigos de Jeon, ella era la trampa perfecta. Indefensa y fácil de cazar.


La historia de Jungkook ya estaba escrita.

La de ella estaba por terminar.

Y la madre naturaleza solo se encargaría de entrelazarlos.

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