Contiene situaciones explicitas, sexo, violencia, temas tabú, lenguaje ofensivo y temas maduros.
-Cansado, estoy cansado de tener a alguien adelantándose a mis trabajos, roban mis camiones de transporte.
Tomás, mi jefe dio un golpe sonoro sobre la mesa con la enorme pila de documentos que tenía en la mano, fue tan seco que me sacó de mis pensamientos.
-¿Quién piensa que puede estar dando esos golpes en sus anuncios?
Uno de ellos carraspeó hacia mí. La agencia de publicidad era enorme y el señor Tomás era un discreto hombre de negocios, utilizaba su traje siempre de marca, sus camisas de seda y sus zapatos de quinientos dólares, era guapo, tenía barba, se la cuidaba un barbero una vez a la semana, sus entradas no resaltaban mucho y su pelo rubio era larguito arriba y afeitado a los lados, siguió hablando, incluso alzó varias veces más la voz mirando a sus demás empleados, cuando se trataba de aquello él podía ser una autentica piraña, pero conmigo era todo pluma y eso me llamaba tanto la atención que me asustaba, siempre estaba en las horas de mis comidas esperando por mi detrás de mi escritorio o abajo, en el buffet del restaurante de la empresa, me había pedido citas, cada día, pero no podía, no quería salir con mi jefe, hasta que antes de salir de mi despacho el último viernes del mes, deseaba bajar y cobrar mi cheque, cogiendo mi bolso de la mesa y dejándome alzar la mirada veo a Tomás, mirándome a través de sus suaves ojos color café, tenía en una mano mi cheque, sonreí acercándome a cogerlo, pero él alzó la mano negando.
- Aceptarás cenar ésta noche conmigo Carmen y después de la cena te daré tu cheque.
Él lo hacía porque ya le había dado muchas citas que después había cancelado, primero fueron porque entre semana no salía, después escusas de estar en la cama enferma o salir con algunas amigas, ahora no tenía escapatoria.
- Está bien Tomás, cenaré contigo.
A las ocho cincuenta y cinco Tomás la esperaba en el portal de su casa, con ambas manos en los bolsillos de su pantalón, jugando con algo que llevaba en uno de ellos, estaba pensativo, mirando hacia el suelo, hasta que ella no abrió la puerta no salió de su trance.
- Estas bellísima.
Carmen le sonrió ampliamente.
- Tomás, me dijiste que me ibas a llevar a un restaurante de etiqueta.
Él asintió llevándola con cortesía hasta la puerta del acompañante de su increíble coche de más de dos millones de dólares.
- Por fin te tengo donde quería, Estás muy callada.
Carmen asintió, llevaban una hora en la mesa, comiendo comida demasiado bonita para tocar, rodeada de cubiertos que él le iba indicando que cogiera para cosa.
- No me siento muy segura aquí Tomás, incluso uno de estos tenedores vale más que mi vestido.
Tomás recorrió el vestido rojo elegante que llegaba hasta la punta de sus tacones y sonrió sólo por un lado de sus labios.
-Quién lo diría, parece de alta costura.
Carmen negó varias veces, poniendo sus grandes labios hacia delante.
- Lo compré en un mercadillo de mi país, por cincuenta euros, no sabía ni siquiera si cabría dentro cuando lo metí dentro de una bolsa.
Él no pudo evitar soltar una carcajada sonora, haciendo que todo el restaurante torciera su mirada hacia ellos, haciendo también que las mejillas de Carmen ardieran, después de aquello él se levantó, le ofreció una mano y ella cargó su bolso mientras se la cogía sonriente.
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Tank & Ghost
Random+18 Sinopsis: Cuando llegué a la ciudad de Shuttan city esperaba tener un trabajo agradable para un señor llamado Tomás Martínez, así fue hasta que conocí a Tank, el presidente del club motero Los Amos del infierno y después a Jonh, un policía que t...