Capítulo 3-. Víbora

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—¿Todo por un error? —pregunto Ban confundido y extrañado, pero sin dejar de mirarla con desprecio.

Todos ahí veían a la chica con sorpresa y confusión, pero obvio nada reemplazaba el gran desprecio con el que la mayoría de los presentes la miraba por lo que había hecho.

—Todo por un error... —asintió repitiendo la frase, manteniendo en todo momento aquella sonrisa que reflejaba toda la tristeza, culpabilidad e impotencia que en ese momento no podía expresar.

—Mejor ya di que les dijiste —dijo Ban rodando los ojos.

Quizás estaba siendo demasiado apático, pero muy poco podía importarle que estuviera herida o llorando, no podía sentir más que desprecio y odio por aquella maldita chica que acababa de arruinar la felicidad de su mejor amigo y está vez parecía de forma definitiva por la forma en que había reaccionado Meliodas, en aquel momento solo quería saber que rayos le había dicho, que tan terrible era os situación y analizar si tenía solución.

—¿Eh? ¿Quieren que les diga? —pregunto algo desconcertada.

—Así es, queremos saber que fue tan grave como para que... Terminarás... Así —explico Gilthunder intentando sonar amable, aunque la rabia que sentía en ese momento casi no se lo permitía.

La chica cerró su ojo izquierdo y pareció meditarlo, luego de unos segundos lo abrió y frunció un poco el ceño.

—No puedo —fue su respuesta, Ban tuvo que ser abrazado por Elaine para no lanzarse encima de la chica y cometer una locura.

—Ponlo así —comenzó a decir Zeldris acercándose a ella—. Sino lo dices en los siguientes 5 minutos te mataré sin dudarlo —le amenazó, la veía muy enojado, aunque lo disimulaba bien.

La chica retrocedió y se apoyó en la pared, no se veía tan intimidada, aunque lo estaba, el miedo que en aquel momento sentía no se reflejaba en su mirada, apretó su agarre en su arco, lo atrajo hacia ella y lo abrazo, bajo la mirada, sus labios temblaba y tuvo que forzarse a sí misma a que el resto de su cuerpo no temblará, a no derramar más lágrimas, a no seguir llorando, a no quejarse por el dolor que sentía, a no sufrir por ser tan odiada, sabía que ella se lo había buscado, pero si supieran que ella no había querido que eso ocurriera...

—Espera Zeldris —Gelda fue tras él y lo abrazo por la espalda—. Cálmate, ¿Si? Así no resolveremos nada —le susurro.

La expresión de Zeldris se relajó un poco y asintió comenzando a calmarse lentamente, miro a la chica con desprecio separándose cuidadosamente de Gelda, intentado no ser brusco con ella, su amada Gelda no tenía la culpa de nada, sino la chica enfrente de él.

—Eres una maldita víbora —le espetó con repudió.

«Eres una víbora» La chica dejo de temblar, su ojo izquierdo estaba bien abierto, se veía en shock, había perdido la cuenta de cuantas veces ya le habían llamado así, aunque nunca creyó que lo escucharía de alguien más. Parecía algo atontada. En cuanto reaccionó tuvo que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para no romper a llorar.

«Debes ser fuerte» se recordó la chica a si misma, estaba muy apunto de mandar todo al demonio y romperse a llorar. Sabía muy bien que no era la primera vez que escuchaba aquél insulto dirigido hacia su persona, pero escucharlo de una persona que no te conoce de nada... Sentía como las ganas de llorar incrementaban, no aguantaba más repudió y desprecio, peor aún por personas que ni la conocían y no sabían porque había hecho lo que había hecho, ni siquiera sabían que había hecho. Odiaba que su lado humano saliera a la luz precisamente en aquellas circunstancias, era muy sensible a aquellas situaciones, justo cuando pensaba que ya estaba acostumbrada.

Error | Meliodas X OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora