Error | Meliodas X Oc

Capítulo 4-. Vuelves a alejarte de mi

Zeldris se fue volando por la dirección en la que Meliodas se había ido con anterioridad, frunció levemente el ceño, más su rostro se mantenía serio, tenía que admitirlo, estaba preocupado por su hermano mayor.

¿Que tan grave fue aquello que le dijeron cómo para que lo haya enfurecido de tal forma? No lo sabía, pero era una preocupante pregunta, y se imaginaba lo grave que tenía que ser para que su hermano mayor haya reaccionado de tal forma.

De repente sintió una fuerte elevación de poder, frunció aún más el ceño sintiendo como se estremecía, sabía a quien pertenecía pero aún así... Sentía miedo, realmente, aún después de todo lo que había sucedido, Meliodas nunca de los nunca había actuado tan furioso, dejo de pensar en eso, no era momento de sentir miedo ni de pensar en aquello, por muy furioso que estuviera Meliodas seguía siendo su hermano, así que aumento la velocidad volando más rápido, quería llegar cuanto antes.

Encontrar el lugar de donde había provenido aquella explosión de poder... No le fue difícil, en donde se supone que estaría un bosque... Había un gigantesco hueco donde... No había sido nada, todo aquello había sido destruido con una evidente facilidad... Y para él era obvio quien había sido el responsable de semejante destrucción.

Al rededor de aquel hueco aún quedaban vestigios de lo que en algún momento había sido un gigantesco y verde bosque, había destrozos por todos lados, algunos árboles habían sido arrancados de raíz, otros cortados o destrozados a la mitad y algunos hasta parecían haber sido desintegrados... O quemados, pero no era tan solo eso, había animales muertos de todo tipo, algunos había sido quemados, el centro del bosque había sido destruido y solo quedaban los alrededores.

Eso realmente no le importaba en ese momento, tenía que centrarse en encontrar a Meliodas, entrecerró los ojos y comenzó a descender lentamente, y terminó por atravesar el bosque, justo a las afueras del bosque sé encontraba el susodicho, el cual no dejaba de gritar y lanzar maldiciones de todo tipo. Zeldris se estremeció, de verdad que nunca lo había visto tan furioso.

Sin embargo agitó suavemente su cabeza, ahora que lo había encontrado, debía pensar en una forma de cómo lograr calmarlo, lo cual comenzó a hacer, comenzó a pensar en una forma o como persuadirlo para que se calmara a la vez que terminaba por aterrizar a unos metros de él.

—¡¡UGH!! ¡¡MALDICIÓN!! ¡¡MALDICIÓN!! ¡¿COMO QUE TODO POR UN ERROR?! —gritaba sin dejar de golpear el suelo con gran fuerza lleno de irá causando que en la zona hubiera unos pequeños temblores.

Si de por si había un cráter en el lugar donde Meliodas golpeaba el suelo con tanta furia, aquellos golpes no hacían sino agrandar el cráter, en ese lugar solo había destrucción, para Zeldris era más que obvio que estaba desbordando una irá incontrolable.

—¡Meliodas! ¡Ya cálmate! —le ordenó Zeldris con seriedad.

Pero Meliodas pareció que ni siquiera le había escuchado, solo seguía golpeando el suelo, era notable que quería desquitar toda la rabia que sentía en aquel momento, eso le hizo volver a replantearse: ¿Que había sido tan grave como para que su hermano mayor hubiera reaccionado así?

—¡¡Meliodas cálmate!! —intento acercarsele, pero no le fue posible.

—¡¡NO TE ME ACERQUES MALDICIÓN!! —le dijo adoptando una posición de ataque, sus ojos demostraban odio puro.

Zeldris lo miraba sorprendido, aunque claro intento volver a su semblante serio de siempre, definitivamente... Las cosas se tornaron feas, su duda se incremento, al igual que su preocupación, ¿como calmaría la ira de su hermano? parecía estar inmerso en un gran odio, aquella mirada le hizo estremecerse, le recordaba a como era hace 3,000 años...