Y no entiendo, hace un tiempo que no logro avanzar, me preocupa mucho mi futuro pero al mismo tiempo no le veo caso.
No sé en qué matiz de gris le toque pasear a esta gastada oveja o si sencillamente va directo al matadero y es que hace tiempo también, que me aleje de todo, así también fue directamente proporcional el nivel de abandono que azotó mí persona, cómo una ecuación dónde la respuesta dejo de ser una incógnita pero nunca fue resuelta o al fin y al cabo nunca importo el resultado.
Me di cuenta que si no buscaba primero nadie lo hacía, comprendí que en este mundo el favor mueve montañas, los vi, juro que si y fue triste quizás un tanto cruel pero detecte ese dejo de interés e hipocresías, ocultado al ojo más observador y al corazón más sensible.
Llego la luna y sonrió le devolvi el gesto y mire a las estrellas, me sentí pequeño, comprendí que no importaba. Por más esfuerzo existen cosas que me superan y no puedo controlar y eso me desespera y acorrala.
Es abrumador la inmensidad del todo y la pequeñez de mi utopico mundo mental, pensé en otros pequeños como yo, con el alma rota, pero felices y quizás todo podía ser distinto y aún así los fantasmas me torturaban.
Sabes, es como estar aterrado y agotado al mismo tiempo. Es el miedo al fracaso, pero no hay necesidad de ser productivo. Es querer amigos, pero odiar socializar y entender que por las noches al final estamos solos, y siempre lo estuvimos. Así el tiempo se me escapa, como lágrimas que se cuelan entre mis palmas,deprisa, desidido y fatal, me mata.
Aquel hombre raro y loco andaba con un hielo a medio derretir danzando el el vaso de ron barato de esos que te devuelven las entrañas y la memoria. Me repetía con precisión de bisturí, torturandome, masoquista y duro, una y otra vez, las mismas historias, los mismos lugares, los mismos besos carmesí y los mismos fracasos.
Quería que te quedaras. No lo sé. Siempre me ha gustado el concepto quedarse, la seguridad y el confort, pero nada extraordinario viene en formato de comodidad garantizada, aunque, debo admitir que algunos recuerdos me duermen el cuerpo por las noches al recordarlos, me dejan tieso con la boca seca y los ojos rebotando, mí pecho explota y me siento náufrago, me recorre un escalofrío de pies a cabeza y el hormigueo se vuelve intenso pero despierto de nuevo al menos al final siempre toca despertar, y es que hasta la muerte significa despertar se la vida.
Algunas personas se quedan mientras ya se encuentran a una distancia relativamente neutra, segura, porque les da panico quedarse en los lugares donde han reído de una forma loca y gloriosa y no poder repetir la experiencia, hay personas adictivas y créeme la abstinencia de ellas te carcome el alma.
Yo roto, soñaba con sentimientos puros que llenen mi alma vacía, soñaba con verdades, verdades comunes y simples pero auténticas esas que no te dejan lugar a dudas.
Arribe al puerto donde el punto de soñar era mi deseo más buscado, soñar sencillo con "buenos días" y "buenas noches" auténticos y con "te extraño" que te transmiten esa desesperación por encontrarse.
Quizás sea alguien común, uno más del montón, quizás se una oveja más dentro de este corral y los lobos me cazen hasta el fin de mis cortos días, quizás encuentre una salida o quizás viva encerrado... Pero ¡al diablo! Prefiero morir luchando herido y sangrante... Pero soñando. Exactamente me dije, prefiero morir soñando.
