Hacía ya meses que el Hazbin hotel había redimido a su primer pecador.
Charlie no cabía en gozo, todo iba progresando gracias a mí. Todos los días me agradecía por todo lo que había hecho por ella y eso hacía que mi ego aumentará cada vez más y más, sin parar. Me inflaba como un globo a base de sus continuas atenciones hacia mi.
Todos los días hacíamos papeleo en su oficina, realmente me agradaba su compañía. Últimamente Charlie se tenía que ausentar por las mañanas por motivos familiares según ella, no quería darnos muchas explicaciones por qué decía que era una sorpresa. Verdaderamente la echo en falta, me encanta su expresividad y todo el show que puede montar ella sola en un par de minutos. Esta chica es especial.Acabábamos de terminar todo el papeleo de hoy, curiosamente hoy es uno de los pocos días en los que Charlie estaba por las mañanas, luego bajamos a la recepción juntos para dirigirnos al restaurante. Todos los clientes habían comido ya, y ahora solo estábamos el personal del hotel y ni si quiera. El único que estaba allí era Husk, que se había quedado dormido en una mesa por la borrachera. El resto habían terminado ya de comer.
- Oye Al- me encanta cuando me llama asi- ¿Podrías llevar a Husk a su habitación por favor?
- Sin problemas querida.- con un chasquido hice desaparecer a Husk de la mesa en la que se encontraba.
- ¡Muchísimas gracias Al!¿Qué te parece si comemos?
- Por mi perfecto querida.Nos sentamos en una mesa para dos y Nifty nos sirvió la comida.
- Muchas gracias pequeña lindura.
- ¡De nada señor Alastor!Empezamos a comer, Charlie tenía espaguetis con salsa carbonara y yo tenía un filete de ciervo en su punto con un pequeño acompañamiento de patatas.
- ¿Por qué tan seria querida?
- Oh por nada Al- Charlie rápidamente volvió a sonreír, me encanta su sonrisa- estaba pensando en lo que hice ayer por la mañana.
-¿Puedo preguntar qué hicistes ayer?
- Bueno, sabes que a ti te puedo contar todo por qué eres mi socio y mi mejor amigo,- ¿Su mejor amigo? Eso me duele por dentro- pero no te puedo contestar a esa pregunta, muy pronto todos lo sabréis, lo prometo.
- Está bien querida.Terminamos de comer y me fui directo a mi habitación ya que Charlie estaba ocupada con su hell phone y luego tenía terapia.
Al llegar me senté en el borde de la cama y me puse a pensar. Habíamos ha abierto el hotel hacia casi un año entero. Me había divertido mucho con los pobres pecadores que pasaban por ahí intentando redimirse para luego caer el el agujero de la desesperación y abandonar. Otros sin embargo se esforzaban mucho y algunos lograban redimirse por completo. Sin duda todo eso era un gran entretenimiento, pero el mayor de todos, el show estrella de este hotel era Charlie. Ella podía montar un musical entero en un minuto y continuar como si nada, era capaz de hacer que la basura que vive en el infierno se redima y era capaz de hacerme sentir cosas raras. Noté esa sensación hace varias semanas. Acababa de bailar y cantar con Charlie en la cocina mientras me ayudaba a cocinar Jambalaya. Entonces se acabó la canción y nos quedamos mirando a los ojos, ahí fue cuando lo sentí. Y esa cosa se ha ido repitiendo durante toda esta semana cada vez que estaba con Charlie y ya me estaba desesperando. Aún quedaba mucho para la cena y no tenía más cosas que hacer a si que decidí ir a ver a mi querida amiga Rosie. Trabajaba en una tienda en mi barrio, vendía ropa muy elegante, típica de mi época. Con un chasquido aparecí enfrente de su pequeña tienda. Entré en ella abriendo la puerta y una campanilla sonó.- Buenos días Alastor querido, cuanto tiempo sin verte por aquí, ¿Algún pedido?
- No querida, he venido a invitarte a un café y si gustas a cambiarte el cartel de la tienda, que mal no recuerde, Frankie murió en el anterior exterminio.
- Pues acepto gustosa tu oferta, a demás, no creo que nadie venga hoy, y si vienen, que vuelvan mañana.
- ¡Asi se habla querida!La extendí el brazo y ella lo aceptó, en un chasquido aparecimos en una cafetería que había cerca. Nos sentamos en la mesa y el camarero rápido vino a atendernos.
- Yo quiero un café cortado con azúcar, por favor.
- A mi tráeme un café negro solo.Esperamos a que el camarero se fuera para comenzar a hablar.
- Y dime querido, ¿A que viene esta inesperada visita?
- ¿Tú estuviste casada, no es así?
- A si es querido, ¿A que viene la pregunta?
- ¿Que se siente al estar así?
- Bueno, pues, al principio no lo notas, solo te gusta estar con esa persona, luego el corazón se te acelera cuando tan solo cruzais miradas y a veces te pones nervioso con tu presencia. No sabes que hacer, pero siempre quieres que esa persona este feliz, sientes las típicas mariposas en el estómago. ¿A que viene esa pregunta?
- Yo también tengo alguno de esos síntomas.
- ¿Perdón? ¿Tú enamorado? Creo que no te he entendido bien.
- Rosie, creo que me he enamorado de...- Aquí están sus pedidos señor y señora.
Rosie lanzó una mirada asesina a través de sus cuencas vacías.
- Gracias querido, ahora marchate.
El camarero salió corriendo. Ahora Rosie dirigió su mirada a mi.
- ¿Y quien es la afortunada?
- Charlotte Magne.Rosie me miró impresionada. Creo que se esperaba que la dijera cualquier mujer menos ella.
- Te has ido a meter en la boca del lobo al enamorarte de ella querido.
- No se a que te refieres.
- Ella es a la única demonio que no puedes conseguir, por mucho que tú hagas, que seguro que lo intentas todo, te conozco Alastor.
- No se a que te refieres, pero estoy seguro que no va ha tardar en caer bajo mis encantos.
- ¿No lo sabes verdad?
- ¿Saber el que Rosie?
- Bueno, es que Charlotte está p...
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¿Por Qué? Charlastor. Hazbin Hotel.
FanfictionCharlotte Magne. Ese es el nombre de la única mujer que he amado y amare por siempre... Pero claro ¿Alguien como yo se merece a alguien como ella? ¿Por qué no puedo llegar a ser feliz?