¿Por Qué? Charlastor. Hazbin Hotel.

☾Amarga sorpresa☽

El sonido de la limusina de Charlie se acercaba a toda velocidad al hotel.

- ¡Ya esta aquí! - el grito de Ángel Dust se escuchó por todo el edificio.

Me teletransporté hacia la recepción y vi como todos venían en la misma dirección, esperando a que la dueña nos de tan deseada sorpresa. Por fin entró Charlie al hotel. Estaba radiante de felicidad. Llevaba en las manos unos papeles.

- ¡Chicos chicos chicos! ¡Por fin lo tengo!

Ella nos fue entregando uno a uno esos papeles, los cuales eran unos sobres color beige con florituras rojas. Todos dimos la vuelta a nuestro correspondiente sobre casi a la vez.

- ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! ¡Veis cabrones como yo tenía razón! Y vosotros dos decíais que era casi imposible.- dijo Ángel Dust de un grito.

Me apresuré a dar la vuelta al sobre y vi el nombre de mi preciosa Charlie con el nombre de Harold Von Eldrich. Rápidamente abrí el sobre y leí la carta.

Charlotte y Harold

Nos complace invitarte al enlace real de la princesa Charlotte Magne con Harold Von Eldrich, la celebración será el 9 de abril en el palacio real de los Magne, a las 12:30 horas.
Rogamos que nos confirmes la asistencia, por medio de una carta, una llamada telefónica o directamente.
¡Muchas gracias!

Leí la carta un par de veces, no daba crédito. A lo que estaba leyendo. Nifty y Vaggie felicitaban a Charlie muy alegremente y yo desaparecí entre las sombras entre tanto alboroto. Acabé en mi habitación, estaba devastado. Un dolor en mi pecho aumentaba por momentos.

- ¿Esto es lo que se siente cuando te rompen el corazón?

Me sentía mareado, todo me daba vueltas, ahora todo encajaba. Tanto secretismo en sus reuniones, el campo de fuerza de Lucifer, las constantes evasiones de Charlie hacia mi persona y la aparición de Harold. ¿Por qué? ¿Por qué me pasa esto a mi? ¿Por qué no puedo llegar a ser feliz? Alguien llamó a mi puerta sacándome de mis auto-humillantes pensamientos.

- ¿A-Alasto? - la dulce voz de Charlie resonó detrás de la puerta- ¿Te encuentras bien?
- Si querida- me obligué a sonreír para abrirla la puerta- no te preocupes por mí en absoluto.
- ¿Puedo pasar?
- Por supuesto querida.
- Gracias...
- Oye Charlie, ¿Puedo hacerte una pregunta?
- Si, claro.

Sabía que la respuesta me iba a doler y probablemente la conocía, pero de todas formas se lo pregunté igual.

- ¿Como es que te casas tan repentinamente querida?
- Oh, no es repentino, Harold y yo llevamos saliendo décadas, pero por seguridad en sumo secreto. Hemos sido amigos desde pequeños...
- Oh, qué alegría por vosotros...
- ¿Vendrás?
- ¿A donde?
- A mi boda, por supuesto.

Me paré a pensar por un momento, no podía dar una respuesta precipitada.

- No lo se, me lo pensaré.
- ¡Por favor ven!
- Bueno, tendré que estar solo para pensarlo mejor querida.
- Por favor, por favor- ella me miró con ojitos de perrito, pero tenía que meditar mi respuesta.
- Ya veré dulzura, ahora déjame pensar. 

La saqué de mi cuarto muy a mi pesar y me senté en la cama.  No podía ir a la boda de Charlie, me volvería a romper el corazón ver que ya jamás podré tenerla, pero si la decía a ella que no iba a ir, se le rompería el corazón a ella y es lo que menos quiero...