Epílogo: Un nuevo comienzo

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El oficial leyó la última página del diario y suspiró.

– ¿Cómo fue que pudimos pasar por alto al ex de la víctima?

– La relación ya había terminado, no lo creíamos necesario.

– Kim, rastrea a Jeon Jungkook. Trabajo, dirección. Cualquier cosa que nos haga llegar a él.

El policía desvío su mirada a Hoseok, el rubio intentó evitarla.

– Han pasado seis meses, ¿Crees que esté vivo?

– N-no lo sé señor, pero...¿Qué perdemos en buscarlo?

Frunció el ceño, el oficial creía que lo que había llevado a Hoseok hasta ahí era la culpa. Después de todo, enterarse que su mejor amigo estaba desaparecido por estar en una relación para superarlo era algo demasiado fuerte.

– Señor...

– ¿Sí?

– Hay una dirección.

...

– Es aquí.

Hoseok suspiró, sentía el miedo recorrer su espalda. Tanta ansiedad y nervios.

Bajaron del auto y se dirigieron a la puerta.

– Iré a inspeccionar el patio mientras ustedes lo interrogan.

– ¿Puedo ir con usted? –. Preguntó el rubio.

– Claro –. Aceptó luego de meditarlo un poco.

Hoseok, junto al policía, se deslizó por la cerca hacia el patio de Jungkook. Al llegar notaron que estaba totalmente descuidado.

– ¡Vaya pocilga! –. Exclamó uno.

Hoseok bajó la mirada, había una pequeña ventana y algo sobresalía de esta. Una carta.

No, no era una carta. Era una foto, una de esas fotos polaroid que a Yoongi le encantaba.

Era una pista, una especialmente para Hoseok.

– Está aquí –. Aseguró en un susurro.– Está en el sótano.

Los policias dieron la señal por la radio y Hoseok corrió hacia la puerta junto al oficial.

– ¡Aquí está! –. Confirmó otro policia desde dentro de la casa.

Hoseok rogaba denteo de sí que estuviera bien, que estuviera vivo.

Tenía tanto que decirle.

Al entrar, Jungkook estaba tendido en el suelo mientras los policas lo esposaban.

– Todo esto es tu culpa.

Los policias lo sacaron de la casa y lo metiron al auto, el corazón de Hoseok luchaba por salir de su pecho conforme bajaba escaleras.

Yoongi estaba en el sótano, en una esquina y en posición fetal. Estaba delgado, sucio y desvestido. Tenía heridas en todas partes.

Esa imagen le rompió el corazón a Hoseok en mil pedazos.

El rubio corrió hacia su mejor amigo con los ojos cubiertos de lágrimas, y lo levantó con suavidad.

Estaba muy débil, pero Hoseok sintió el calor en su piel. El calor que tanto extrañó y tanto lo tranquilizaba.

Hundió su frente en su pecho, escuchando sus latidos.

– Ho...–. Lloró.

– Leí el diario.

– Hoseok...eso quiere decir que tú...

– Lo sé todo Yoongi.

Los ojos del pequeño se ahogaron el lágrimas y volvió a hundir su rostro con timidez.

– Lo siento mucho.

– Yoongi.

– Dime.

– No me superes.

Yoongi lo miró confundido, cuando entendió el significado de sus palabras, Yoongi dibujó una torpe sonrisa en su rostro mientras sus mejillas se ruborizaban lentamente.

– Nunca lo hagas –. Sollozó.

Hoseok estaba más que dispuesto a cuidar de Yoongi, y sabía muy bien que no iba a ser sencillo.

Yoongi intentó decirle algo a Hoseok pero había algp que se lo impedía, los labios del rubio sobre los suyos.

Ese era, sin duda, el nuevo comienzo que ambos habían deseado en secreto.

...

hola bellas personas que leen esta adaptación, espero les haya gustado y hayan disfrutado de esta pequeña historia realmente hermosa que a mí, en su momento, me cautivó demasiado.
lamento no haberla actualizado seguida y haberla pausado por mucho tiempo, pero no me sentía en condiciones de escribir esto ya que pasaba por mis crisis existenciales.
filo, hasta aquí llegó este mini fic. feliz año nuevo atrasado y ojalá cumplan todas las metas que se propongan 💕

h0gkyo

Lo que no te pude decir - Yoonseok. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora