Una niña incrédula.

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Pequeña niña débil,
Hoy tu alma se ha cansado,
tus manos ya no resisten
y tu corazón está agrietado.

Pequeña flor de luz,
no dejes que la oscuridad llegue
a opacar tu belleza
busca el brillo que no se niegue.

Levanta tu rostro
y ya no llores más,
deja las heridas atrás
vuelve a la luz de la mar.

Niña ingenua que vive con miedo,
que se aferra al cariño,
niña hermosa que dejo de soñar
suelta las cadenas del dolor.

Niña eres como una flor,
las espinas que posees
no durarán para siempre,
niña de flor, dejá esto atrás.

Esas espinas se caerán
y no resistirán
volverán y volverán
pero no avanzaras.

Niña, hoy tienes heridas
son tan profundas
son tu vacío,
son tu precipicio.

Tú pequeña niña ingenua
que ha sido tentada a caer,
que ya no quieres seguir
lucha por sonreír

Hoy pequeña niña
te quiero decir
que la luz permanece en ti
y nunca desaparecerá.

Niña ingenua de la oscuridad,
no te dejes atormentar,
que ahora ya no estas sola,
que ahora compartes la oscuridad.

Niña no te dejes engañar,
no dañas con tus espinas,
tu solo eres delicada flor
perdida en la inmensidad.

Oh niña... tantas cosas que decirte,
tanto daño que recibiste,
tanto llanto que soltaste
que ya no quedan palabras por decir.

Si, no alcanzan las palabras,
ni las lágrimas que llorarás,
seguirán tus heridas
y algunas se abrirán.

Niña no permitas que tus ojos se cierren,
que tu corazón se apague,
no dejes a la oscuridad ganar,
permítete creer.

Oh pequeña niña ingenua,
eres la pequeña flor del desierto,
flor a la defensiva,
flor que tiene miedo a secarse.

Por eso y mucho más niña,
te pido que te riegues,
te pido que confíes,
te pido... que me dejes consolarte.

Niña ingenua es hora que salgas a la luz.

Que conmigo siempre tendrás lugar.










Un escrito y mil pensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora