Ven, te voy a derretir en mi calor.
Ya estoy cerca del cielo.
Ven, ven y mójame los labios con alcohol
y recorre mi cuerpo.
Sacia mi sed.
Descubre el secreto en mi cuento.
Muérdeme la piel.
Ven y piérdeme el respeto.Ella había escapado de su casa. Sus padres no acertaban a comprender el por qué. Siempre había sido una chica de buenos modales y posición holgada; había vivido rodeada de lujos. Sin embargo, el fuego aventurero de la rebelde juventud corría impetuoso por sus venas. Fue así como llegó a una populosa okiya de aspecto casi barroco en uno de aquellos hanamachis tan numerosos en la vieja Kyoto.
- ¡Por favor, acéptenme como maiko!- suplicó la jovencita, inclinando respetuosamente la cabeza hasta que su frente tocó el tatami ante aquel grupo de bellas mujeres de edad adulta.
- No lo sé, pareces demasiado mayor como para iniciarte en estas labores- dijo una de las geishas que parecían más experimentadas.
- ¡Solo tengo quince años!- reclamó ofendida la chica- Estoy cansada de ser una muchachita decente y recatada que debe estar tranquila en su casa como si fuera un jarrón más. ¡Por favor, ansío y necesito sentir la virilidad de un hombre invadiendo mi parte íntima!
Esa era su principal razón. El despertar sexual de su adolescencia estaba siendo demasiado fuerte en ella.
- ¡Dios mío, chiquilla!- exclamó escandalizada una de las geishas más jóvenes.
- Niña, si quieres trabajar aquí, deberás moderar ese lenguaje; de lo contrario, tendré que lavarte la boca con jabón- expresó con severidad la Okaasan del okiya, una de las geishas de mayor edad- Además, las geishas somos artistas cuya función es entretener al público masculino, no prostitutas.
- Claro que, si lo deseamos, podemos entregarnos al hombre que deseemos o convertirnos en dannas- le guiñó pícaramente un ojo la geisha más joven del grupo.
- ¡Sí! ¡Siempre he querido trabajar en un lugar donde pueda estar rodeada de hombres!- chilló entusiasta la jovencita.
- De acuerdo, te aceptaré como mi maiko y seré tu onessan personalmente- decidió la Okaasan para regocijo de la muchacha de cabello color canela y ojos marrones enfundada en un lindo kimono rosado.
Y así comenzó el entrenamiento de la rebelde adolescente como maiko aspirante a geisha... pero, en medio del caos originado por el Bakumatsu, aquel okiya se vio afectado por la guerra. Por desgracia, la Okaasan era la esposa de un adepto al shogún, y aquel lugar, el punto de encuentro de varios grupos que apoyaban a los señores feudales. Esta información llegó a oídos de los Ishin Shishi, quienes enviaron a sus mejores guerreros a atacar el okiya justo la noche en que se llevaba a cabo una reunión entre varios jefes importantes de los movimientos que apoyaban al shogunato. Todos los hombres fueron asesinados sin piedad, y las mujeres que no se suicidaron en medio del caos y la desesperación se convirtieron en prisioneras del grupo Ishin Shishi. Ebrios por el goce de la victoria y el sake que habían ingerido para celebrarla, regresaron a su centro de operaciones principal llevando consigo a las mujeres que le gustaron más a cada uno. Todos, excepto el más joven de ellos.
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Crónicas románticas de la Era Meiji [Rurouni Kenshin Fanfic]
FanfictionEn medio de la difícil transición de épocas en una sociedad muy tradicional, siete personas diferentes pero unidas por un sólido lazo de amistad tendrán que lidiar con sus propios conflictos sentimentales. Sorpresas, decisiones difíciles y cambios i...