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Al caer la noche, yo seguía en casa de Zayn, no había recibido llamada alguna y si lo hacía, no contestaría. Me sentía algo cansada y le pedí a mi amigo que me llevara a casa.
– Zayn –hablé desanimada– ¿Me llevas? –pregunté.
– ¿No quieres quedarte a cenar? Luego te llevo –sugirió él.
– No gracias. No quiero molestar, preferiría que me llevaras antes de que cenaran –le dediqué media sonrisa.
– Está bien –se levantó y yo lo imité– Pero no causas molestias- se volteó a morarme– solo gran dolores de cabeza, pero no molestias –siguió andando. Yo reí a lo bajo y lo seguí. Saludé a sus papás y nos fuimos. Con la música a todo lo que daba y cantando como locos, nosotros nos entendíamos, somos locos a nuestro modo.
– ¿Qué harás al llegar? –preguntó Zayn con la vista al frente.
– Ver en qué estado está la nana y si es que está en casa –miré por la ventana, tenía que pensar un plan B por si Harry no estaba en casa y si papá ya había llegado.
– Eres terrible ¿Lo sabes? –escuché a Zayn decir.
– Lo sé –sonreí, soy un alma alocada e incomprendida, no muchos me entienden, Zayn es una de las pocas personas en quien confió y puedo ser yo misma. Tengo un lado calmo y comprensible, casi nunca lo dejo salir, solo cuando la situación lo demanda.
Estaba tan pensativa que no me di cuenta que Zayn había apagado la música una cuadra antes de llegar. Levanté la mirada y pude notar que solo había un auto estacionado en casa, no era el de papá así qué seguramente era el de la nana. Zayn me dejó en frente, le dije que no entrara ya que no quería que supieran que había llegado. Él se fue y yo me dispuse a caminar, al llegar a las rejas, justo venía corriendo el portero, o el jardinero, la verdad no sé quién era, yo solo hablaba frecuentemente con Jose. Me abrió sin que yo dijera una sola palabra. Caminé hasta llegar a la puerta de la entrada y me detuve a analizar la situación.
– Veamos –dije suavemente– El niñero está dentro, papá aún no llega. Seguramente está que hierve de rabia. Todo está tan como quiero –reí a lo bajo, de pronto sentí que la puerta se habría a mis espaldas, me volteé y no me dio tiempo de salir corriendo. Ahí estaba él, no pude evitar verlo a los ojos.
– ¡____! –me regañó– Niña mal criada, estaba preocupado –me tomó del brazo y me metió a la casa.
– Suéltame estúpido –dije tratando de zafarme.
– Seré todo lo que tú quieras, pero te irás a tu cuarto –comenzó a subir las escaleras. Vaya fuerza.
– Me lastimas –me quejé, tan fuerte me apretaba que mi brazo ya no lo sentía, lo miré a los ojos y vi como estaba enfadado, escupía furia de ellos.
– ¡Ya Harry! –protesté, en ese momento, me zafé de su agarre y desequilibré. Deslicé mi pie por el escalón, pero no logré apoyarlo.
– ¡____! –escuché la voz de Harry y presioné mis ojos fuertemente. Dos segundos después y no había sentido golpe alguno, solo unos brazos alrededor de mi cintura. Abrí mis ojos, lo primero que vi, fueron sus labios, luego subí a sus ojos y me perdí.
– ¿Estás bien? –preguntó a centímetros de mis labios, mi corazón se saldría en cualquier momento. Es la niñera ____, recapacita.
– ¡____! –Lo escuché nuevamente, estaba más alejado, me tomaba del brazo ¿Estaba imaginándomelo?
– Sí, estoy bien –dije recobrando la compostura, me paré.
– Casi te pierdo –dijo aliviado ¿Cómo?
– ¿Qué? –pregunté, qué había dicho.
– Que casi te caes –dijo elevando un poco la voz.
– Pues no me caí –dije enfadada, volví en mí.
– A tu habitación señorita –ordenó, levanté una ceja y arrastré mis piernas por el lugar hasta entra a su cuarto, lo vi bajar y sentarse en uno de los sillones.
Entré a mi habitación y me tiré a la cama.
– Bueno, no salió nada como lo pensaba –suspiré– ¿Pero qué rayos hago aquí? –me senté de repente ¿Yo obedeciendo al niñero? Vaya si que estoy mal. Antes de salir a dar mis últimos argumentos, me duché.
Bajé de a poco las escaleras, seria, mientras bajaba, Harry me mirada atento a cada paso que daba.
– ¿Qué hace aquí? –preguntó sentado.
– Es mi casa, tengo derecho de caminar por ella si se me antoja –me encogí de hombros y me senté en frente de él.
– Mire señorita Jones, y solo quiero que nos llevemos ben mientras hago mi trabajo- comenzó a decir- No quiero tener ningún problema con usted o con su padre –¿Qué? ¿Usted? ¿Señorita?
– Mira Harry yo… –me interrumpió.
– No, escúchame. Me limitaré a hacer mi trabajo y te recomiendo que trates de portarte bien, créeme, te conviene –me miró.
– No entiendes, no necesito que nadie esté tras de mi cuidando todo lo que hago yo… –me interrumpió nuevamente.
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Debía cuidarla, no enamorarla.
RomanceEsta es la primera novela que subo a wattpad, espro que les guste, comenten y voten, gracias! :D