No existe mejor acto,
Que el que surge sorpresivamente,
El que no planeas semanas o incluso meses antes,
Porque la vida no está para ser planeada...
Claro que no.
Como aquel beso a mitad del estadio, ¿recuerdas?
Por supuesto que lo haces, con nuestros distintos idiomas y distintas culturas, difícil de olvidar.
Prometimos seguir hablando hasta que nos volvieras a encontrar, ¿Recuerdas? Por supuesto que lo haces, tú mismo lo propusiste.
Tres días pasaron para que nos aburriéramos mutuamente, creo.
Exactamente un día antes de tomar el avión que nos separaría.
Ni siquiera nuestras diferentes culturas lo impidieron.
O es que la distancia fue demasiado para nosotros.
Como sea, yo te recordaré.
Recordaré tu cultura, el idioma confuso con el que te dirigías a mi el cual trataba de entender con todo mi ser... Tu beso.
Por supuesto que recordaré tu beso.