I

190 20 2
                                    

No había nada mejor que un día lluvioso, el cuál Chanhee disfrutaba con ansias, estando recostado tratando de no mencionar en sus pensamientos que pronto llegaría su madre, con una supuesta muy buena noticia que darle a la cuál intentaba no darle importancia tanto como a que mañana era su primer día de instituto y esperaba que aquél día torrencial durara más.

La película iba a un ritmo muy lento, lo que la aburrió tan rápido como para cambiarla cuando apenas llevaba 10 minutos de aquella, buscó cualquier otra que pudiera llegar a entretenerlo y sacarlo de su burbuja poco sugestiva; al no encontrar nada que a sus ojos llamara la atención, sacó sus mechones castaños que yacían muy cerca de sus ojos para ponerse sus gafas de descanso y levantarse de su acogedor lugar, caminó hasta el baño y se miró, se contempló tanto como para volver a activar sus pensamientos los cuáles había esquivado en su día feliz.

Era muy bello, pero él tan sólo veía a alguien débil y pequeño, aveces odiaba los espejos porque solo avivaban sus "problemas" cómo prefería llamarlo y así romantizar tanto como generalizar lo que él poseía.

Un fuerte sonido de la puerta siendo cerrada lo sacó de su onda, escuchando la suave voz de su madre anunciando su llegada, a lo que él bajó rápidamente las escaleras y así saludar a su progenitora, también con curiosidad por aquella intrigante noticia.

— ¿Y?, ¿Cómo te fué? — Esta vez fué la, también suave, voz de chanhee la que habló.

— Bien, sabes que no soy de tener inconvenientes con las madres de el instituto, pero también sabes que no me caen de lo más bien.— Ella rió, él pudo jurar que su sonrisa se volvió tan grande al escucharla y sólo logró pensar en lo mucho que la amaba. Él solo recordar lo mucho que ella luchó para que él pudiera estar bien y sano. Y, ¿Por qué hablaba de eso? Había ido a presenciar una de esas tantas reuniones de las apoderadas de su facultad de la cuál no quería saber demasiado.
— Hijo, tienes cita con el psiquiatra, pasado mañana después del Instituto. — La escucho y suspiró, mientras más intentaba llevar su vida normalmente, más le opacaban el momento, pero tampoco podía evitarlo.

No había nada más quebradizo que la situación de Chanhee, sufría nada más y nada menos que bullimia, ansiedad y hafefobia. Era un tema demasiado delicado para el menor, y sólo dos personas sabían de aquello: Su madre y su mejor amigo, Changmin de el cuál no podía pedir más, simplemente; era el mejor y sabía que podía confiar en él con cada palabra que hacía tanto cómo cada paso que daba.

Pero no confiaba en sí mismo, se sentía tan insuficiente cuando esa pastilla que le recetaba su psiquiatra no estaba en su sangre, se sentía tan miserable y tan débil que aunque quisiera mejorar, sabe que nunca podrá estar bien.
Pero también lo intentaba.

— Iré entonces. — Resopló, dando a la vista su descontento, no odiaba a su psiquiatra ni a su psicologo, si no las pastillas que el primer nombrado le daba.

Le causaban calor, tanta calor que jamás podría explicar las múltiples cosas que hacía mientras estaba en su sistema, cosas que definitivamente debían quedar entre él y su cuarto. Otro efecto de ese medicamento, eran las ansias de comer, comía y comía pero todos en casa sabían donde terminaría esa comida si no era vigilado; igualmente lo hacía, se sentía asqueroso al no sacar toda aquella grasa y calorias de su cuerpo, realmente asqueroso.

No quería que el instituto sea nuevamente el mismo infierno que lo convirtió en esa persona, quería que todo en este año fuese perfecto, cómo ese olor a la tierra mojada en ese día lluvioso.

Esperaba con todas sus ansias que fuera así, lo ansiaba y sólo pensaba, en que mejoraría en cualquier ámbito.

Eso pensaba.

PETRICOR ★ bbangnyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora