Como si fueras el último [NamJin] ✔

Sábado

¿Día para reflexionar?

Claro que no, Seokjin amaneció con la ansiedad a tope pensando solamente en una cosa, Namjoon.

Revisaba el celular constantemente en espera de la confirmación que jamás deseo, frotándose los ojos lee diez veces el último mensaje se entregó a su buzón. Hecho un ovillo repasa el último renglón:

Namjoon tomó la decisión de ir a buscar nuevamente a su ex.

No podía creerlo, con las manos en la boca desiste de hacerlo y desiste de descansar, necesita hacer algo, darse un baño, salir, distraerse o se volvería loco.

¿Qué pasaba si Taehyung lo besaba? Peor aún ¿le susurraba bebé hermoso, cosita rica mi amor mejor que él?

Niega eso en desesperación haciendo mil cruces, se levanta y con prisa, se quita la ropa y se mete a la regadera.

Se replantea los hechos, nada de conjeturas. Si desea entrar finalmente al corazón de Namjoon, debe salir a buscarlo, hacerlo ahora mismo, ser una mejor opción.

— Estaré en su vecindario y... y...ash... ¿hacer qué? ¿Fingir estar allí solo? — se pregunta.

Sabe su dirección, eso ni se cuestiona. En serio es un acosador de primera categoría pero los medios para visitarlo es punto aparte.

Pensando en más opciones sale de la ducha con el agradable aroma a miel y lavanda, pone la toalla en su cadera y se ve en detalle en el espejo. De seguro usaría lo único planchado que tiene en el closet.

Con todo listo, baja optando por un desayuno ligero para luego, tomando las llaves de casa cerrar la puerta tras de él. No desea ser interceptado, menos cuestionado con el porqué y el adonde.

Se decide que vale más la pena el corazón de un chico que algún objeto material del que seguro le obligarán a deshacer.

— Ahhh — se lamenta, arreglándose el cuello de la camisa escalón abajo — este hombre tiene una misión ¡mi bebé es mi misión!

Ahora nada lo detiene, solo desea llegar pronto a la parada de bus para buscar bajo techo a donde llevar Namjoon para besarlo sin morir en el intento, espera mientras el transporte público llega y con la mano en su bolsillo cuenta el menudo que dará como pasaje, albergándole la pena.

Sabe bien que la familia de Namjoon le paga a él hasta chofer privado.

Muerde su labio y levanta la vista en cuanto divisa el bus a lo lejos, pagó con monedas diminutivas y buscó asiento en el lugar más lejano y sombrío del autobús para comenzar, del lado de la sombra a contar el dinero que le queda antes de llegar.

Saca el celular y teclea lugares económicos que pueda costear, sin embargo, los minutos pasan y nada, dos cuadras más y llegaría a su casa, su celular se descargó frustrando más su plan.

— Este lugar es demasiado — se queja y suspira pesado, tirando el móvil dentro de su bolsillo sin quedar más que repasar en su mente opciones sin costo.

¿Parques?

¿Plazas?

¿Lagos?

Tocó el timbre de bajada y se remenda la camisa al quedar bajo techo, solo una señora mayor estaba allí esperando mientras come semillas de girasol. Seokjin quedó pensativo sin saber dónde ir.

Muerde su labio nuevamente, cruzado de brazos ve a todas direcciones. Solo tres pasos dio para ver más de lejos y el sol le da en la cara dificultándole el objetivo.

— Hey — se congeló en su lugar, ¿que acaso...? ¿cómo? Se golpeó mentalmente por no bajar una parada antes. Su ronca voz, sonó tan igual a la de... — ¿Seokjin? — insiste.