Felices... pero no por siempre

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Nota de la autora: A pesar de que el título no es muy reconfortante, el capítulo será muy rápido, tierno, romántico y algo musical...

Pero mejor empiezo con el capítulo:

1996,

-Te vas?- dijo Sonia Kaspbrak asustada -A dónde?-
-Mamá, legalmente soy un adulto, desde hace dos años asi que iré con Andy, nos iremos a vivir a California- dijo un Eddie más maduro empacando sus cosas
-Pero... en California hay muchos mosquitos, ¿y si te contagian una enfermedad? ¿Y si llueve y recaes en una neumonía? Oh Eddie, ella no te cuidará igual que yo, me necesitas- insistió
-Por favor mamá, tengo que irme- reprochó el joven
-Ella nunca te querrá como yo, ignora lo delicado que eres- dijo un poco más a la defensiva
-Andy fue mi salvación, y precisamente quiero ir con ella porque no me trata como si fuera a quebrarme- dijo finalmente
-No Eddie por favor no te vallas!!!- Pero ya era tarde el chico había salido de la casa, con el pecho silbando por la tensión, usó su viejo inhalador y subió sus cosas a un auto rojo, era un poco viejo, pero era lo que había para el presupuesto de la pareja, cuando subió, en el asiento del copiloto lo esperaba ella, con su piel apiñonada, la mirada segura y esa sonrisa que le decía que todo estaría bien, era Andy

-Y bien? Que te dijo?-
-Bueno, no quería que me fuera- suspiro pesadamente-Pero se que es lo mejor-
-Lo hiciste bien Eds- y le dio un beso y arrancaron, directamente a su libre destino...


California

-Con que aquí es- dijo Andy al bajar del auto, después de horas de viaje
-Nuestro pequeño nido de amor-
-Pequeño, pero si es como el triple de mi casa en Summerfield-
-Sabremos como llenar este espacio- y después de ahí, trabajaron muy duro para amueblar su casa, pintarla y hacerla un hogar. Y obviamente invitaron a los "Perdedores" en algunas ocasiones, para Andy, conservar la amistad era importante, y estaba tratando de no romper ese lazo tan especial.

Creyeron que todo marchaba bien, hasta que Eddie tuvo algunos incidentes con su germofobia, como cuando alguien estaba enfermo en la universidad y tuvo que hacer un examen junto a él, se puso tan nervioso que su camiseta terminó manchada de sudor, o cuando sus ataques de asma se volvieron recurrentes cada vez que oía a alguien toser o estornudar

-Eds, tenemos que hablar- se sentaron una noche a conversar
-Si te refieres a la mancha del tapete, descuida, ya la limpié-
-No me refiero a eso, quiero decir, ¿por qué ahora tienes tus ataques de pánico? ¿Que te preocupa?-
-Nada- dijo mientras se frotaba desinfectante en las manos, ella las tomó para que se detuviera
-Oye, Eddie, se que el cambio es duro, sobretodo tomando en cuenta de que solo ha pasado un año, tus episodios de fobia creo que son por el recuerdo de todo lo que tu madre alguna vez te dijo, pero creo que tiene solución- Entonces el por fin cayó en cuenta
-Oh por Dios santo, es cierto, Andy perdóname por ser un inmaduro que le teme a todo, lo siento, lo siento de verdad princesa, esto no me hará bien, tienes razón, debo buscar ayuda- dijo con lágrimas al sentirse mal por sus acciones, días después Eddie tuvo una cita con el doctor Taylor, un psicólogo, que por un año y medio lo ayudó a que todo desapareciera, con terapias de exposición y técnicas de relajación, para el tercer año de vivir junto con Andy estaba totalmente curado, eso era como un sueño, dejar de temerle a enfermarse, y cuando eso pasaba, se lo tomaba con calma.

Cinco años después...

La pareja ya llevaba ocho años viviendo juntos y Eddie creyó que, la cena de Año Nuevo de 2003 sería un buen momento para que, por fin, legalmente sus lazos estén unidos, le pediría su mano en presencia de sus padres y amigos, antes de hacerlo lo hablo con Isa y los chicos

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