-capítulo I: Asher y Lisa Malcom

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    Luego de darle un beso a Estela y prometerle que le mandaría un mensaje cada noche me subí al coche, mientras el conductor tomaba mis maletas y las subía al baúl, yo me dispuse a ponerme mis airpods para intentar calmar mi desenfrenado corazón.

  El auto comenzó a andar, yo me quedé mirando por la ventana, viendo como me iba alejando poco a poco de todo lo que conocia: Mi casa, Estela,  mi barrio, todo. De pronto comencé a ver en lo que se había convertido la ciudad, los avances tecnológicos habían transformado esto en un mundo dependiente de la inteligencia artificial.
Grandes edificios grises,gente sentada a las afueras de una cafetería con "amigos" los cuales no despegaban los ojos ni un segundo de una pantalla, luces tan brillantes que de noche no permitirían ver una sola estrella debido a la contaminación lumínica, carteles del gobierno por donde mires y una niebla tóxica creada por el cambio climático que nos mataría en menos de 10 años si no nos íbamos era lo único que se podía ver tras el vidrio del coche.

Pasados 35 minutos llegamos a nuestro destino, mi destino. Baje del coche mientras el conductor volvía a bajar mis maletas, allí, frente a una enorme media esfera de cristal en la que a primera vista se podía observar que tenía gradas por dentro, allí se disputaria para lo que tanto trabajé.
En la puerta de un gran edificio ubicado justo alado del EGD, los cuales se unian por un pequeño pasillo ubicado entre medio de cada uno (lo cual imagino que es para que del hotel salgamos directamente al domo), me esperaba un señor de más o menos 50 años de edad, estaba segura de haberlo visto en la televisión cuando se lanzó la noticia de que se realizarían estos juegos.

   -Buenas tardes-dijo con voz gruesa y estirando su mano hacia mi- mi nombre es Asher Malcom, encargado de los juegos de la fuga

   -Buenas- sonreí y estreche su mano-Safari Lissmon, un gusto

   -El gusto es mío, por favor pasa, mi asistente te enseñara algunas cosas - dijo, señalando a una mujer dentro del edificio- no te preocupes por tus maletas, en unos segundos serán llevadas a tu habitación

Asenti y entre al hotel, al entrar me dirigí hacia la mujer señalada por Malcom: treinta y tantos años, delgada, quiero decir, delgadisima, pelo lleno de rulos rojos, piel blanca, pollera y blazer de oficina verde flour con una camisa roja y unos tacones fucsia.

     -Lisa Malcom, co encargada de los juegos de la fuga, vamos- comenzó a caminar por el gran salón del hotel, sus pasos eran rápidos y seguros, tanto que casi salgo corriendo tras de ella, mientras pasábamos por diferentes pasillos y salones, me iba explicando todo con voz clara- Este hotel esta reservado por el gobierno solo para los jugadores, así que todo esto es tuyo. Este es el salón principal, acá será el punto de encuentro para distintas reuniones. Por acá la cocina, en cada habitación está el número del chef para el servicio a la habitación, aquí no hay tiempo para cenar como si fuésemos una familia feliz, ¿está claro?- paró en seco y me quedo mirando con sus ojos grises que parecían verme hasta el alma, yo solo asenti y seguimos caminando hasta llegar a un gran escritorio, en el cual se encontraba una señora ordenando archivos- Hola Olga, necesito la llave de...

- Safari Lissmon -me apresure a decir, Olga saco de un cajón una llave dorada con un nota pegada, luego de agradecerle nos dirigimos al ascensor.

-El resto de los pisos que quedan en el edificio conforman las habitaciones de los jugadores- dijo Lisa, apretando el botón del piso 4- no voy a mentirte Lissmon, vas a estar rodeada de niños ricos los cuales participan de estos juegos para complacer a sus papis y hacerles creer que tienen el valor suficiente para enfrentar una nueva vida, tú y otra chica más de tu piso son de las pocas que no cuentan con los recursos para pagar los asientos, así que te diré una cosa cielo - dijo mirándome directo a los ojos- yo fui alguien como tu, y ahora mira todo lo que tengo, y, te seré sincera, veo algo distinto en ti, por favor no me avergüences- termino de decir, y en cuanto el ascensor se abrió, me dio la llave, y sin decir más volvió a bajar.

Yo, algo aturdida me quedé mirando como el elevador se cerraba, con todo lo que Lisa me dijo en la cabeza mire el nota que tenia la llave "Piso 4, habitación 3b". Siguiendo las instrucciones de esa nota fui hasta la habitacion 3b, puse la llave y con facilidad entre. Era una habitación bastante grande, apenas entrabas tenias el cocina-comedor, luego a la izquierda el baño y a la derecha la habitación, que poseía una cama matrimonial y balcón. Mi "nueva casa" tenía espejos y lujos por todos lados, tengo en claro que esto no lo hubiese podido pagar nunca.
  Me pare en uno de los tantos espejos y me mire de pies a cabeza: vi parada a una chica morocha, 70 kilos, 1,68 de estatura aprox, de ojos verdes y tez dorada, gran sonrisa que no podía distinguir si era verdadera o falsa, vestida con zapatillas bajitas, jeans negros y busito rojo, esa chica, esa chica que yo pretendía conocer, pero que en realidad no la conozco en absoluto, esa chica que por fin hoy demostraría de todo lo que era capaz, pensamientos iban y venían, pero todos fueron interrumpidos cuando alguien llamó a mi puerta

-¿hola?- dije a penas abri la puerta, parado vi a un joven de mi edad, morocho, pelo negro, ojos negros, tez oscura, y , debo decir, los dientes más blancos que vi, además, era mucho más alto que yo

-Me acabas de hacer perder una apuesta ¿sabes? -dijo mirándome con un poco de enfado- vamos a mi habitación dale, que los chicos te están esperando hace media hora.

Los juegos de la fuga Donde viven las historias. Descúbrelo ahora