Tengo millones de razones
para marcharme, pero
cariño, solo necesito una
buena para quedarme.— Lady Gaga (Million reasons)
☁️☁️☁️
El calor que proporcionaba el brillante sol de hoy era una buena excusa para que el preciado capitán del equipo mostrara aquello que muchos desean, la piel perfectamente pálida de su torso cubierto de una ligera capa de sudor le estaba ayudando a recibir bastantes miradas llenas de deseo en las gradas de la cancha.
Muchos de los jugadores se habían negado a participar bajo el brillante sol, pero una vez vieron a la variedad de chicas y chicos lindos que su brillante capitán había atraído, cambiaron de parecer, intentando lucirse ante las miradas expectantes también.
Unas chicas murmuraban en la banca acerca de las pequeñas pero notables marcas que se podían observar en el pecho de un sudoroso Emilio, quien sonreía con suficiencia hacia ellas, casi con burla. Dirigiendo su mirada especialmente a un castaño con ceño fruncido, sí, su lindo novio se veía bastante molesto.
Pocas personas se daban cuenta de la existencia del pequeño castaño en las gradas, pero Joaquin sabía que alguien sí lo notaba, Diego Valdés. Y probablemente el chico sabía más que su existencia.
—¿No te molesta? —el chico alto dijo una vez que apareció frente al castaño.
—¿Otra vez tú? — a Joaquin le empezaba a molestar que este chico se sintiera con el derecho a irrumpir en su vida.
Y es que el chico no solo llegaba de la nada y lanzaba alguna que otra cosa sugerente a su relación con Emilio, también se había sentido con el derecho de opinar sobre ella.
—¿No tienes nada qué hacer? Que no sea molestarme —volvió a hablar el castaño.
—Nop —respondió de forma inmadura el chico. Joaquin se limitó a bufar molesto —Entonces, ¿No te molesta que todas esas chicas babeen por tu chico? —volvió a intrigar.
—No sé de qué chico hablas.
—Ajá, bueno... A mí no me gustaría que todas esas urgidas vean a mi chico, yo que tú marcaba territorio urgentemente —opinó.
—Mira, no sé que es lo que quieras de mí, pero por favor, deja de acercarte. Ya te lo dije, no tengo ningún chico qué reclamar ni nada, solo me gusta estar aquí por...
—Por Emilio—interrumpió —Tu novio.
—Que molesto eres —susurró fastidiado el castañito.
—Hey, no lo has negado.
—No tengo por qué hacerlo, lo he hecho muchas veces antes. Pero si quieres lo diré, Emilio.no.es.mi.novio.
—Bueno, y ¿qué vas a hacer entonces?
—¿Con qué?
—Con esas chicas que babean por tu novio.
—¡Que no es mi novio!
El grito molesto logró llamar la atención de las personas en las gradas, éstas solo empezaron a murmurar sobre lo asqueroso que era el castaño.
“¿Cómo puede andar gritando esas cosas sin vergüenza alguna?" “No me imagino quién podría estar con él" “Ridículo" “Espantoso"
Joaquin bajó la cabeza al escuchar los murmullos y entonces Diego se dió cuenta de lo que había provocado, los ojitos de Joaquin comenzaron a brillar con tristeza cuando se dió cuenta de que había llamado la atención de los jugadores del equipo de Emilio.
Sus ojos habían recibido la imagen molesta del rizado a lo lejos, sabía que al llamar la atención de los compañeros de éste ellos no tardarían en molestarlo y Emilio, como siempre, no haría nada para detenerlos.
—Miren, la mariquita vino a vernos —dijo uno de los chicos del equipo, al acercarse a las gradas —¿Te gusta lo que ves, lindo?
—No lo creo, Roy, estoy seguro de que Joaquín tiene buen gusto — responde Diego, logrando que el mencionado borre la sonrisa burlona por una mueca molesta.
—De todos modos, ¿Qué diablos haces aquí? Solo nos provocas asco, lárgate.
—No puedes decir eso, no eres dueño del lugar o si quiera el capitán del equipo.
—Bueno, a nuestro capitán también le desagrada.
—¿Ah sí? Pues yo no veo que nos corra.
—Ya veremos. ¡Hey, Emilio! —llama, manteniendo una sonrisa triunfante hacia el chico mayor que lo retó.
Joaquín estaba nervioso, las veces que había logrado captar la atención de los jugadores siempre hacía lo posible por no tener que meter a Emilio en la disputa, no sabía cómo reaccionaría el rizado ahora.
—¿Qué pasa? —la voz molesta hizo que el castaño levantara la vista, observando el perfil molesto de su novio.
—Este par de maricas no quieren irse, incluso al decirles que su presencia nos desagrada siguen estando aquí —los murmullos de las chicas cerca de la escena no paraban de salir de sus bocas, diciendo que los jugadores se veían realmente sexys poniendo a los raros en su lugar.
Ya veremos si Emilio es capaz de correr a su propio novio — pensó Diego, llevándose una sorpresa al escuchar lo que acaba de decir el capitán rizado.
—Largo, no son bienvenidos aquí —dice.
—¡¿Qué?! —grita sin poder contener la rabia que se ha apoderado de él, Joaquin en cambio solo asiente y se marcha, dejando atónito al mayor, quien en verdad había creído que esos dos tenían algo.
Emilio y los jugadores regresan al campo, Diego está tan aturdido que lo primero que hace es ir detrás del castañito. Cuando lo encuentra, su corazón se aprieta al verlo sentado en el suelo, con las rodillas cerca del pecho y la cabeza escondida en éstas, su cuerpo se sacude con evidente señal de que está llorando.
—Es mi culpa, él me dejó claro como sería —susurra bajo y entonces Diego parece comprender lo que significa.
Aber lloren.
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New Rules
FanfictionEmilio es el capitán del equipo de fútbol en la escuela, por lo que es muy codiciado por los chicos en ésta. Su gran físico y personalidad arrasadora atraen a cualquiera. Lo que ellos no saben, es que su preciado chico popular, es un idiota gay de c...