+Capitulo 1+

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El relato comienza dos semanas antes de que mi hermana cumpliera los 11.

17 de Abril

Hola, Diario: Hoy caminábamos hacía casa con una de sus amigas la que nos acompañaba para cenar. Sin dar se cuenta ambas habían empezado hablar ignorando me totalmente pero solo ver las feliz, me hacía recordad a mi cuando estaba en su grado.

Hablaban de unas muñecas que habían salido, pero entonces su amiga me preguntó: Oye, ¿has escuchado la historia de Jane the Killer?. Negué con la cabeza, ella se sorprendió porque conocía lo suficiente mi persona para saber de mi que era una viciada a la hora de hablar del género del terror. Era algo que las tres compartíamos. Aviso deque en cuanto terminara la tarea, junto a mi hermana, nos enseñaría el vídeo de su historia.

Su amiga se llamaba Noelia, una niña de tez clara, ojos castaño profundo y una melena corta. Mi tía ni si quiera preguntaban sobre si quedaba a dormir por que ella y mi hermana eran tan amigas desde los cinco, que cada Viernes una se quedaba en la casa de la otra. La comida fue bastante divertida; Noelia seguía sin creerse que mi hermana y yo no conociéramos nada sobre los Creepypastas, sus palabras textuales fueron ¿Y os hacéis llamar locas del terror? ¿De que cueva habéis salido? Vi a mi hermana atragantarse con un trozo de pollo por las palabras de su amiga.

Al terminar de lavar los platos las tres nos sentamos en el sofá. Con el ordenador en mis piernas Noelia busco el nombre del vídeo.

Las historias que nos enseño, una tras otra, eran realmente fascinantes. Algunas, como la de Slenderman, yo decía que no existían, porque un chico lo creo con un editor de fotos. Yo al principio fui reacia a creer que era real pero tantas noticias de muertes y desapariciones me hacían replantearme sobre su existencia.

Las niñas se fueron a dormir por el cansancio acumulado del día, yo en cambio ni si quiera tenía ganas de sentarme. Deje a las niñas en sus camas para después cerrar a puerta con llave. Me quedé haciendo guardia hasta que ese ser viniera.

Espere en el salón hasta que la puerta sonó. Los golpees eran uno tras otro. Si no lo dejaba entrar los vecinos llamarían a la policía pronto, y no necesitábamos más problemas. Rece por que al entrar solo fuera él y que se desmayara por su nivel de alcohol inmediatamente.

Sus pasos eran fuertes y pesados, seguramente llevaba una cogorza mayor que la del día anterior. Un amigo lo llevaba en su espalda, otro de los que ni si quiera había visto pero diría que era de toda la vida.

***- ¿Donde dejo a este borracho?- yo señale al sofá, no dejaría que entrara a las habitaciones- Por cierto, ¿cuantos años tienes?- 

Mi cuerpo dijo Huye pero mi cabeza decía Espera, sino te seguirá y tenía razón, si salía corriendo a lo mejor intentaba ir al cuarto de las niñas.

-Lo suficientemente menor para no hacer lo que estas pensando- chisto con los dientes, camine hasta el cuarto para sacar una manta y dejarla encima del borracho-

***- Cariño, no seas tan mala- entro al cuarto sin decir nada hasta posicionarse detrás mía- Oh puede que lo haga yo...-

Las muñecas! Me las había inmovilizado!

Agonía, era el sentimiento más fuerte que tenía.

- Deja m/- tapó mi boca y me colocó contra la cama- Mmmhh-

No podía hacer ni si quiera un ruido que entendiera que necesitaba ayuda. De reojo vi como empezaba a bajarse los pantalones. Forceje intentando darle en sus partes bajas.

***- No luches, niña. El hombre del sofá ha cobrado su dinero por esto- 

No! Porque! No quiero!

Lo de después solo se describe en más de una palabra. Asqueroso.Horrible. Degradante.


Me dejó al igual que un trapo sucio. Tirada; ahí en la cama, con la ropa interior aún bajada y marcas por mi cuerpo. Un dolor amargo atravesó mi garganta.

La mañana del día siguiente fue algo ruidosa. Después de que mi hermana y su amiga se fueran al entrenamiento, mi padrastro me quedó mirando como si fuera una basura.

- Esperó que tu dinero se te atragante de una vez- dije mientras observaba el cuchillo de mi lado-

^^^- No te preocupes por eso, mañana me largo. Ayer fue tu último trabajo-

Las lagrimas las contuve hasta poder estar sola totalmente.

Cuando la casa ya estuvo solo para mi, fui al cuarto que compartía con mi hermana y donde ellas habían dormido. Encendí mi ordenador para volver a ver los vídeos de la noche. Necesitaba distraerme con algo antes de deprimirme mas que lo que estaba.

Me resultaban fascinantes.

La historia que más triste me parecía era la de Sally, la niña muerta. Oh la de Jane the Killer.

Mi hermana al llegar del entrenamiento siguió viendo esos vídeos, yo esperaba a que fuera la hora de llevarla con mi tía. 

Ony- Por favor! Te prometo que lo haremos juntas, incluso llamaré a Noelia si te preocupa!- de rodillas mientras me movía la pierna , la veía lloriquear-

-He dicho que no, Ony! Aparte de peligroso, imagínate que alguno de tus compañeros mira en tu móvil y ve el vídeo de ritual- ella me miró seria- Volvería a pasar lo de hace tres año, pero esta vez a ti-

Ony- Vale!- refunfuño - Pero prométeme que aún que sea los verás antes decir que los rituales son una estupidez-

- Vale, ahora vete hacer los deberes-


Salio de la cocina corriendo. No me parecía raro que mi hermana se obsesionara con algo así, ambas eramos así pero ella a un nivel más bajo que yo.

Después de llevar a mi hermana a la casa de mi tía, mire el calendario esperando que ya quedará poco para la vuelta de mi madre. La casa estaba sola. Me quedé sentada en el escritorio escribiendo unas de mis cartas. Cuando termine de escribir la carta, me quede hasta muy tarde esa noche, el insomnio no era un bueno amigo del miedo.


Mi madre no vendría hasta dentro de dos días pero mi padrastro, que ya no lo sería, al día siguiente y además la casa sería ya de las tres. Eso me hacía feliz.

Una gota másWhere stories live. Discover now