Marzo (1ª quincena)

200 4 0
                                    

Martes, 3 de marzo
Estoy en Ética escribiendo sin que la profe se dé cuenta. A ver por dónde empiezo... La que se lio en el teatro ayer fue cosa mala, yo todavía lo estoy flipando. Llegamos al teatro y la cosa iba normal, cachondeo y tal pero sin desmadres, lo típico de cuando nos sacan del instituto. Había muchas risitas y bromas con los profes, nada de lo que preocuparse (o eso parecía). Yo me senté al lado al lado de Puri (al Jotas fue imposible convencerlo para que viniera) y hasta hablamos un poco y todo antes de que empezara la obra.
Total, que se abre el telón y comienza la representación. Miro un momento el móvil por si alguien ha retuiteado algo interesante y veo bastantes pantallas encendidas a mi alrededor, parece que la peña pasa de la obra (eso hasta ahí seguía siendo normal). Todo cambia de repente cuando aparece en escena una de las actrices de la obra, madre mía la colega. Era la tía más gorda que ninguno habíamos visto en la vida, lo suyo no era normal. Parecía una ballena que se hubiera salido del mar por accidente, una de ésas que se desorientan y acaban en la playa rodeadas de gente haciéndose fotos mientras muere. El caso es que casi todos nos descojonamos en cuanto sale, una gorda de ese tamaño no se ve todos los días. Paco, que estaba tres filas por delante de la mía, se vuelve y nos mira a todos con cara de asesino pero el mal ya está hecho, la peña saca los móviles (me refiero a los pocos que no lo tenían ya en la mano) y empieza a tuitear y retuitear de todo. Cientos de fotos de focas, cerdos, ballenas y gente gordísima empiezan a aparecer en las pantallas de los móviles acompañados de todo tipo de chistes e incluso vídeos de gordos cayéndose por escaleras o sacados de sus casas por los bomberos. El guasap también se peta. Para colmo, unos enanos de 1º empiezan a aplaudir cada vez que la gorda habla en el escenario, con lo cual todo el teatro (tanto la gente de nuestro instituto como la de muchos otros que había allí) empieza a descojonarse mientras los profesores se levantan y tratan de calmarnos sin ningún éxito. He de decir que la gorda ni se inmuta y sigue representando su papel como si nada (la tía una profesional, hay que reconocerlo), pero la situación dura hasta el descanso. Entonces Paco nos dice a todos que salgamos, que nos vamos, y volvemos al instituto caminando detrás del cogote rojo de furia de los profesores. Paco ni nos habla durante el camino de vuelta, creo que nunca le habíamos visto tan cabreado.
Me imagino que luego, en Tutoría, nos va a caer una de las buenas, verás tú, me temo lo peor. Menos mal que yo no he hecho nada. Bueno, nada que no haya hecho toda la peña, me refiero.

Jueves, 5 de marzo
Hola, querido puto diario. Pues llegó la hora de tutoría y Paco apareció acompañado del Cernacho. Nos echaron la megabronca, nos dijeron que no tenemos vergüenza ni educación (nadie lo discutió), y nos han puesto a todos un parte colectivo (si es colectivo nos la sopla y a los padres también). Lo peor es que la directiva ha decidido suspender el viaje de fin de curso y eso sí que ha dolido, el viaje es sin duda alguna lo mejor del año. A mí personalmente me da igual porque de todas formas los que hemos sido expulsados no podemos ir (y de la pasta ni hablemos...). En fin, como a mí me da igual, que se joda la peña.

Viernes, 6 de marzo
La semana que viene son los exámenes. Qué guay. Eso quiere decir que este fin de semana tendré que aguantar a mi madre dándome por el culo para que me meta en mi cuarto y abra los libros. Cojonudo. Parece que todavía no se ha enterado de que no voy a estudiar, no se le mete en la cabeza. Si no quiero que monte otro de sus pollos gritando y llorando tendré que sentarme en mi mesa delante de un libro, ponerme los auriculares de forma que no se vean y escuchar música para que cuando abra la puerta de mi habitación me vea allí quietecito y piense por un rato que a lo mejor he cambiado y lo mismo apruebo algo.

Domingo, 8 de marzo
Pues aquí estoy, en mi cuarto y escribiendo en el puto diario. Si mi madre asoma la cabeza verá que estoy con el bolígrafo en la mano, pensará que estoy haciendo deberes y me dejará en paz.
Voy a contar lo que hice ayer. Me levanté a eso de las doce y no se oía ni un ruido, o sea que mis padres y el enano habían salido. Puta madre. Me quedé un rato más en la cama disfrutando del silencio y luego fui al salón y encendí la tele. Sólo echaban mierdas (qué envidia los que tienen Netflix, coño), así que decidí vestirme y salir a dar una vuelta. Fui a casa del Jotas y estuvimos jugando un rato a la consola, luego volví a mi casa. Mi madre me preguntó que dónde había estado y le dije que en casa del Jotas resolviendo unas dudas de matemáticas (por si las moscas siempre es mejor que una mentira se parezca algo a la verdad). Después de comer fui a mi habitación, hice como que estudiaba y a eso de las ocho y media me duché y dije que salía. Mi madre empezó a protestar otra vez con lo de los exámenes pero mi padre intervino y al final me planté en la calle más feliz que una perdiz. La noche no fue nada del otro mundo: botellón en el poli soltando las mismas chorradas de siempre, una hamburguesa en el McDonald's, un par de canutos con el Jotas y el Litros y a las cuatro y media estaba en mi cama sobando como un cabrón.
Mañana instituto, otra vez. Estoy harto del puto curso ya, parece que este año las vacaciones de verano no van a llegar nunca. Mierda de estudios.

Todo me la pelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora