Hola, soy Joana y tengo 18 años. No sé que hacer con mi vida.
No he tenido una vida fácil nunca, pero este año que pasó, fue el peor. Pero comenzaré desde muchos años atrás.
Mis papás me tuvieron muy jóvenes, mi mamá tenía 17 años y mi papá 21.
Recuerdo que mi mamá se dedicaba a planchar ropa y a limpiar casas ajenas. Mi papá trabajaba como personal de limpieza. En fin, no teníamos lujos pero éramos felices, o al menos eso creía. Cuando tenía seis años recuerdo que mis papás peleaban mucho y yo prefería encerrarme en mi cuarto para no oír sus peleas y recuerdo una vez que quise salir al baño y ví como mi papá estaba reteniendo a mi mamá, yo estaba asustada y no entendía nada, y nunca entendí nada hasta muchos años después, pero no me voy a adelantar.Mi mamá sufría de alcoholismo y todas las peleas que tenía con mi padre eran en estado de ebriedad. Pero no tardaron mucho tiempo en divorciarse, y como vivíamos en casa de mi abuela paterna nos tuvimos que mudar a otro lugar.
Para mí fue un shock muy grande, ya que estaba muy pequeña y no entendía del todo lo que ocurría. Recuerdo que mi mamá, cuando recién nos mudamos lloraba mucho, tomaba y quemaba las cartas y fotos de mi papá.
Pero trataba de consolarla aunque fuese con un abrazo. Así fue un tiempo.
Cómo ella tenía que salir a trabajar, yo me encargaba de hacerme de comer, lavar mi ropa, hacer mi tarea, ir y regresar de la escuela con tan solo ocho años de edad, pero lograba entender la situación y hacer lo posible por ayudar a mi mamá. Siempre fuimos muy unidas y nos teníamos mucha confianza, o al menos yo a ella si.
Yo no veía a mi padre porque no me venía a buscar o ni siquiera me llamaba, ahí que llegó un punto en el que me cansé y decidí no querer verlo.
Las cosas con mi mamá marchaban bien, excepto cuando ella tomaba, siempre fue una mujer muy terca y más en ese estado. Muchas veces le mostré mi inconformidad con su actitud cuando tomaba y el porque no me gustaba, pero nunca decía nada o prefería cambiar el tema.
Siguieron pasando los años, yo entré a la secundaria. Recuerdo que una de las noches en qué mi mamá tomó me confesó que mi abuelo (su padre) se había suicidado cuando ella tenía tan solo 16 años de edad (mis abuelos al igual se divorciaron pero ella vivía con mi abuelo); yo me quedé impactada y solo me pide limitar a abrazarla y dejar que se desahogara, nunca quise tocar el tema tan a fondo.
En este periodo de tiempo mi papá quiso regresar con mi mamá y yo así principio estaba furiosa, más porque mi mamá accedió, pero de alguna manera nos llegamos a acoplar nuevamente; pero inevitablemente volvió a pasar una ruptura. Mi mamá amaba mucho a mi papá, pero ella tenía un problema y era difícil convivir con ella en ese estado.
Desde ahí las peleas entre ella y yo aumentaron, yo estaba en la adolescencia y siempre he sido de un carácter muy voluble aunque soy muy prudente. Nuestras peleas a veces eran por cosas de alguna manera "absurdas", porque no había lavado los platos o llegaba un poco más tarde de lo normal. El problema era cuando quería hablar de eso tonada, porque ya llegaba el punto en el que mi madre me golpeaba o me amenazaba con hacerse daño a sí misma. Así fue toda mi etapa desde mi último año de secundaria y mi segundo año de preparatoria. Las peleas ya eran más frecuentes y yo tenía menos ganas de estar en casa.
Yo no tenía con quién hablar sobre todo esto, excepto un amigo muy cercano a mi de mi prepa con el que tenía mucha confianza, le contaba mis problemas y él me escuchaba y me aconsejaba. Desgraciadamente con el paso del tiempo nuestra amistad se convirtió en algún tipo de interés romántico de mi parte, pero no era correspondido, así que terminó por alejarse.
Tenía otros amigos, en común con este chico, pero no tenía la misma confianza con ellos que con él especialmente.
Así que está situación con mi mamá se volvió insoportable hasta que antes de empezar mi último año de preparatoria me escapé de mi casa y me fui a vivir con mi abuela materna, aunque ella ya tiene su propia familia con su pareja y dos medios hermanos de mi mamá, pero me tratan bien, son mis tíos a final de cuentas. Mi mamá me visitaba de vez en cuando, se veía arrepentida sinceramente por sus actitudes, pero yo quería seguir viviendo con mi abuela.
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Necesito desahogarme.
Non-FictionEscribo todo esto porque no tengo con quien hablar sobre el tema y necesito sacarlo de alguna manera, aunque a nadie le interese. Solo espero que mi historia pueda hacer reflexionar a alguien a tomar mejores decisiones.