El Único.

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Su antiguo hogar era cálido.

En las tardes de otoño y en las mañanas de invierno.

En las noches de verano y las madrugadas de primavera.

Era cálido cuando se enredaban entre las sábanas y reían al preparar comidas con poco sabor en la cocina.

Cuando acariciaba su piel y sobre sus labios susurraba.

Cálido al divisar su silueta entre los pasillos de su casa y bailar con torpeza en la baja iluminación de la terraza.

Su vida era cálida cuando Frank sostenía amablemente su mano.

Y aquel anillo de oro reposaba en su dedo anular.

[...]


Samuel veía el sol bajar en el horizonte. La brisa poco a poco se tornaba más fría y los rayos no eran lo suficientemente cálidos para evitar que frotara las palmas de sus manos en busca de calor. De camino a casa de Alexby, Vegetta comenzó a darse cuenta de que todo eso le estaba cansado.

El hombre de ojos morados por supuesto que sabía la raíz del problema, conocía el dolor de cada una de las cicatrices que insistían en no dejar avanzar a ninguno de sus compañeros y él, por primera vez en mucho tiempo estaba siendo egoísta.

Había encontrado un camino que le hacía feliz y no quería que la culpa le impidiera ver los pasos que debía seguir. Después de todo él se esforzaba por hacer todo correctamente, cumplir las leyes y mejorar continuamente. El resto de los héroes eran los que siempre estaban metidos en problemas, buscando cosas ilegales y día a día destrozando sus lazos; ellos ya eran adultos, no siempre tenía que estar para todos.

¿Verdad?

"—Esto será mucho de mi parte. Pero cuídalo por mi ¿sí?"

El miedo a perder lo que había encontrado, era lo que en realidad no le permitía ver a Vegetta que contrario a lo que siempre quiso, estaba siguiendo los pasos de errores pasados.

Los sentimientos tan contradictorios que inundaban su mente le hicieron actuar de manera precipitada.

—¿Era esta la razón por la que no te presentaste?

Llevando nuevamente al límite a uno de sus compañeros.

"—¡Bien! Te demostraré que solo me estas subestimando y que puedo ser un verdadero señor de mal."

Alexby deseo portar su casco blanco, queriendo evitar que Samuel se diera cuenta de la mueca de horror que surco en su rostro.

[...]

—¡Fargan, para de una vez!— grito el de cabellos rubios mientras a pasos rápidos seguía a su pareja. —¡Fargan!—volvió a gritar, siendo ignorado por el nombrado que sin verlo seguía el rumbo del grupo de héroes. —Joder.— gruñó, apresurando aún más su paso. —¡Tenemos que hablar!

El de máscara de búho ante esa frase no evitó fruncir el ceño, cometiendo el error de parar su andar para responder. —¡No tenemos nada que hablar!— dejando que de esta manera el más alto no dudará en sujetarlo con fuerza de su muñeca. —¡Suéltame!— forcejeo intentado retroceder, no queriendo que Willy se acercara mas a él. —¡Déjame! Está muy claro que tú no tienes nada que hablar conmigo.

The only [staxxby] [Karmaland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora