Capítulo 26

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Zee sentó a Saint en sus piernas, él estaba completamente a su disposición ahora. La mirada dulce que siempre le daba había sido reemplazada por unos grandes ojos que lo veían atento, como si de un lobo casa a su presa se tratase.

-Te deseo tanto -le murmuró Zee antes de volverlo a besar.

A pesar del miedo Saint empezó a dejarse llevar por la lujuria, torpemente busco la manera de quitar la playera de su novio, Zee se percató del temblor de sus manos, se separa para verlo a los ojos, un poco de su conciencia volvió.

-Creo que debería irme

Lo último que deseaba Zee era asustar o forzar a Saint.

-No -Saint simplemente dijo, por impulso, negándose a bajar de sus piernas.

-No te quiero forzar -Zee lo veía a los ojos y mantenía sus manos detrás de él, evitando tocar a Saint.

-no lo estás haciendo - Murmuró Saint después de abrazarse a Zee para evitar estar tan expuesto o por lo menos no sentirse tanto.

-pero estás temblando

Zee en verdad estaba muy preocupado por Saint y él lo pudo notar, le dio suave sonrisa y lo beso. Durante el beso Zee puso sus manos tímidamente en la espalda de Saint, no se atrevía a moverlas de ahí. Saint tomó una de la mano derecha de Zee y la beso.

-Quiero hacer esto contigo -dijo Saint alejándose un poco de él. Seguido de eso, lo abrazo. Claro que sentía una gran vergüenza. estaba desnudo sobre el regazo de su novio, y lo había encontrado en una situación tan bochornosa. Ya era un milagro que no le estuviera dando un ataque de pánico. Cómo no sentirse así.

Zee tomó aire calmando su aguitado corazon, antes de bajar a Saint de él. En cuanto Saint fue bajado, sintió la decepción y tristeza caer sobre su corazón, Zee no lo quería hacer con él. Fue el rápido pensamiento que le cruzó, Vio a Zee salir de la habitación, escuchó la puerta de la entrada ser cerrada fuertemente, estaban por caer sus lágrimas cuando vio a Zee volver a entrar, esta vez cerrando la puerta de la habitación, conforme se acercaba a él se iba desvistiendo, Saint no apartó la mirada del caminoa que hacían las manos de Zee, primero fue su camisa, y después descendieron a su pantalón. Saint trago cuando solo quedaba el boxer de Zee, desde ya se podía notar que Zee también estaba emocionado como él.

Saint quien había quedado sentado en la cama, solo pudo sentir como su respiración empezaba a ser irregular hasta que Zee quedó frente de él. Lo tomo de la barbilla y lo fue besando suavemente mientras lo recostaba en la cama. Cuando estuvo completamente arriba de él, le dijo apenas en un susurro.

-Es demasiado tarde para que me pidas que pare

Saint sonrió y con un poco más de confianza jalo a Zee para volverlo a besar, en medio del beso Zee se tomo la libertad de empezar a descubrir el cuerpo de su novio con las manos, se tomaba su tiempo para cada caricia, recorriendolo lentamente, empezó por las mejillas que tanto amaba, bajando por su cuello y posando su manos en los hombros del menor, mientras lo acariciaba sentía como cada vez se iba poniendo mas duro, esto empeoro en cuanto sintió las manos de Saint en su espalda y cintura. Delineando cada músculo de su espalda para después solo jalar un poco de la banda de sus boxers.

-Zee -Era la primera vez que Saint lo llamaba sin honorífico y el haberlo hecho en un gemido, fue tan excitante y a la vez hizo que su corazón gritara de felicidad.

Cuando sus manos llegaron al pecho de Saint, su primer impulso fue tocar sus pezones, los acaricio y le bastó frotarlos un poco para que se pusieran duros, mientras pellizcaba suavemente un pezón su otra mano siguió descendiendo llegando así a rozar la punta del pene de Saint. Le valió para otro geminos.

La razón eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora