Chica mala

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–Han pasado dos semanas desde la noche que me quede en casa de Kate, he evitado a mi papá durante estos días pero sé que no podre hacerlo siempre. Obtuve un castigo por haber desobedicido a la maestra de historia y decirle que su cara es igual a la de un avestruz.

–Termino de atar mi cabello en una cola con una cinta roja y me dirijo al campo de la escuela donde están las demás porristas. Busco con la mirada a Kate pero no tengo éxito en encontrarla pero minutos después la veo entrar al campo por la salida de los jugadores.

–Hola amiga ¿Lista para tu primer entrenamiento como porrista?

–La verdad es que estoy un poco nerviosa pero no es algo que no pueda controlar.

–No tienes que preocuparte por nada, no estas aqui por que tu amiga es la capitana osea yo -Señala su silvato con una gran sonrisa -Tienes buenas habilidades, tu te ganaste este puesto.

–Luego de un rato se termina el entrenamiento y me dirijo a las duchas de los vestidores. Cuando termino de tomar un baño y vestirme salgo a esperar a Kate en el gran portal de la entrada de la escuela.

–Hola Olivia

Me doy la vuelta y veo un pelirrojo con una sonrisa en sus ojos

–Hola Austin

–Hoy habrá una fiesta en mi casa y estas invitada.

–¿Y tus padres?

–Están visitando a mi abuela y no vendrán hasta pasado mañana -Se encoge de hombros -¿Cuento con tu presencia esta noche?

Hoy es jueves y mis padres siempre hacen una cena especial para estar en familia y estoy segura que no obtendre el permiso de mis padres.

–Si, allá estaré

–Perfecto, nos vemos mas tarde -Con eso se despide y se va.

Estoy a punto de entrar a mi habitación pero una mano me detuvo sosteniendo mi brazo.

–Tenemos que hablar hija.

–No soy tu hija -Con un brusco movimiento me zafo de su agarre

–Tienes derecho a estar molesta conmigo pero dejame explicarte.

–¿Qué me vas a explicar? Por que lo que vi estaba muy claro -Vuelvo a recordar ese día.

–Eso no significa nada, no tiene importancia -trata de acercarse pero me alejo.

–¿No significa nada? -La rabia empieza a invadir mi cuerpo -¡ENGAÑASTE A MAMÁ CON TU SECRETARIA!

–Hija yo ... -No dejo que termine

–No me vuelvas a llamar así. Mientras mamá se rompe la espalda trabajando y tratando de ser una buen madre y esposa tu solo te revuelcas con tu estúpida secretaria.

–Tu madre y yo ya no nos entendíamos, yo tengo necesidades.

–Eso no justifica lo que hiciste, arruinaste esta familia, solo te importo tu necesidad y no el daño que podías causar y el dolor que podíamos sentir.

Mis ojos empieza a cristalizarse pero no derramare una lagrima, no me mostraré débil delante de el.

–Lo siento

–Esto no se arregla con unas simples palabras. Buenas noches Joseph Miller.

⏳⌛

Llevo más de una hora en la fiesta, no fue difícil escaparme de casa. El sonido de la música está lo suficientemente alta como para no escuchar si alguien te habla a menos que se te acerque al oído, hay comida y mucho alcohol. Minutos antes Kate salió a fumar un rato y por eso es que en este momento estoy sola, veo caras conocidas y desconocidas.

–Creí que las chicas buenas no toman alcohol-Dice sentándose a mi lado y señalando el vaso que sostengo con mi mano izquierda.

–No soy una chica buena.

–¿Dónde está tu amiga? Creí que nunca te dejaba sola.

–Salió a fumar un rato y ya deja de creer cosas sobre mí.

–O tal vez hará otra cosa -Señala las escaleras y veo a Kate subiendo tomada de la mano con un chico.

–¿Puedes llevarme a mi casa? -Coloco sobre la pequeña mesa se cristal el vaso que sostenía con mi mano.

–Apena es media noche, las chicas malas no llegan a su casa hasta la madrugada -Le da un sorbo a su bebida.

–J ¿Puedes llevarme a mi casa o no?

–Esta bien hormiga, vámonos.

Salimos de la casa y cuando ya estoy dentro del auto azul de J recuesto mi cabeza en el asiento y dejo salir un suspiro. El camino de regreso fue silencioso pero agradecí al cielo que no era un silencio incomodo.

Le pedí a J que se estacionara una casa antes de la mia así que lo hizo en su casa, le agradecí por haberme traído y salgo del auto. Cuando me escape deje una escalera cerca del balcón de mi habitación para cuando regresara, me quito los tacones que tenia y empiezo a subir la escalera de madera.

–Cuidado -Esa voz hace que sobresalte del sustos haciendo me caer de la escalera, no estaba a una gran altura pero no sentí el frío suelo, cuando abrí mis ojos unos fuertes brazos evitaron que mi cara quedara estampada en el suelo -Te dije que tuvieras cuidado.

–No hubiese caído si no me hubieras asustado -Miro sus ojos, había olvidado ese hermoso color avellana que tienen y lo que me hacían sentir. J me baja con cuidado y yo doy un paso atrás -No deberías estar aquí.

–No deberías escapar de tu casa -J se acerca más quedando a centímetros me di, puedo sentir su respiración. Una de sus manos sube a mi rostros, aparta un mechón de mi cabello y lo coloca detrás de mi oreja -Tampoco deberías cambiar hormiga.







Disfruten😁❤

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