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Lucía con elegante pero corto conjunto, acompañado de unos tacones negros que tenían la fiesta que eran muy finos y ese peinado que la hacía lucir de forma elegante junto con ese maquillaje coqueto, ese rojo carmesí en sus labios y esos ojos verdes que te miran como si de juzgarán y supieran tus más oscuros deseos.

Se encontraba aquella mujer sentada en una mesa redonda de aquel popular bar.

Las luces neón decoraban el lugar junto con ese humo que emenaba la pista de baile donde había gran cantidad de personas bailando entre si al ritmo de la musica u otros que tomaban sin parar en la barra acompañados del barman.

Un hombre con traje formal y de cabellos dorados se había acercado a ella, tomando aviento a un lado suyo, este se acomodo un poco su saco para luego mirar a la mujer — Hola, querida — hablo con un todo dulce pero serio.

— ¿ En qué te puedo ayudar ? — fue al grano, no le gustaba que la entretenieran.

— Wow, tranquila, bombón — sonrió de forma burlesca.

— Sabes necesito una pequeña ayuda — hablo, posó su mano sobre la pierna de la chica, está se encontraba con las piernas cruzadas mirando al contrario sin apartar la vista.

— ¿ Que clase de ayuda exactamente ? — ella se hacía respetar, ella nunca hacía esa clase de 'trabajos'.

— Bueno, eres buena seduciendo — aprovecho para acercarse más a esta.

— Eso lo sabes perfecto, pero no deseo entrar de vuelta a ese aburrido lugar —

— vamos, como los viejos tiempos, tu y yo ¿ Que opinas ? —

— Mi respuesta siempre será no —

— ¿ Encerio ? Te conozco bien, sabes que lo deseas tanto como yo —

— cállate —

— se que deseas entrar de nuevo —

— cierra la boca —

Se acercó al oído de está.

— Se que quieres volver a escuchar ese dulce sonido ~ —

Se estremeció por la cercanía sensación, tenía que admitir que tenía razón.

— Sabes.. —

— . . . —

— tienes razón, tienes la jodida razón, hijo de perra —

Sonrió — Oh~ ¿ Entonces mi amorcito me acompañará de nuevo ? — hablo ahora con un tono aniñado.

— deja tus malditos juegos —

— No~ — la tomo suavemente del mentón, para con su pulgar acariciar su labio inferior, aún recordaba esos suaves y esponjosos labios que tanto anhelaba volver a saborear y morder. Acariciar esa piel suave, sin esperar nada, corto la distancia de su rostro con al de la contraria, jugando con sus belfos.

———

Me inspire en un roleo, osiosi, si tengo algún error me lo pueden mencioar de forma calmada.

No más aclaro que parece como si esto vaya a llegar a algo sexual, pero no, no sean mal pensados, JOvenciTOS.
(Medanaltasganasdeescribiralgotoxicoymasoquista)

Atte: Morgen.


Fotógrafo.. ᵘᶜʳᵃᵐᵉˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora