TMNT My Demons

Prologo

Durante la noche fría de la ciudad de Nueva York, tres hermanos tortugas estaban en búsqueda de la chica serpiente llamada Karai.

Atrás se encontraba uno de los hermanos, reconocido por llevar el antifaz rojo, sentado en el suelo y apoyando su caparazón en un almacén que se encontraba en el techo en donde ellos se encontraban. Este suspiro agotado y frustrado al ver desde atrás a su hermano decidido a encontrar aquella chica serpiente. — Leo, hemos estado buscando a Karai durante días sin descanso y no hemos encontrado nada. Deberíamos descansar un poco, ¿no crees? — exclamó el ojos verdes frunciendo el ceño. Leo al escucharlo desvío su mirada un poco hacia Rafa para después volver a centrar su mirada a los techos de la ciudad. — Ustedes descansen, yo no me detendré hasta encontrar a Karai. — dijo decidido el gran líder. Rafa al escuchar la respuesta de su hermano frunció el ceño ya con un tic en la "ceja" — Esto es increíble... ¿Tu que piensas Mikey? — dijo Rafa cerrando sus ojos y apoyando su barbilla en su mano esperando por la respuesta de su hermano menor de antifaz naranja. — ¿Mikey? —desvió su mirada a su costado al ver que no recibió respuesta notando que Mikey no estaba. — Oye, ¿A donde fue?

—

En otra parte Mikey se encontraba caminando por un callejón muy tranquilo tarareando una canción con las manos en la nuca hasta que escuchó un goteo, como si un grifo estuviera medio abierto. Entonces el ojos celestes noto algo negro escurriendo de la pared, se acercó y lo analizó con su mirada para después tocarlo. Aquello era viscozo, era desagradable, quito su dedo asqueado  viendo como la sustancia se mantenía aún en su dedo.

Mientras este estaba intentando quitar los restos de la sustancia de sus dedos, a sus espaldas se escuchó un gruñido extraño que le hizo tener escalofríos en todo su cuerpo. Giró lentamente su cabeza a donde venía el gruñido para ver simplemente una sombra extraña, la cual al verlo girar rápidamente se lanzó sobre el atacándolo haciendo que el de antifaz naranja soltara un gran grito...