Capitulo 3 - Experimentos 000056 y 000: Alice y Tobi

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Cuando los primeros rayos de sol del día siguiente se filtraron entre las cortinas de la ventana de la habitación, Sai se despertó. Hizo lo que pudo para levantarse sin que Rurouni se despertara, y si lo hacía, le diría que iba al baño.

Pero estaba profundamente dormido.

Sai se levantó y salió hacia la sala.

Todo estaba en silencio.

Tomó las carpetas que estaban apiladas en una esquina cerca de la puerta y se sentó en el piso apoyándose a la pared.

Dejó las carpetas de imperfectos a un lado, no tenía estomago para leer aquello pero se dispuso a leer la de los perfectos, abriendo primero la que correspondía al niño que ahora era su hijo.

La etiqueta ya estaba rota y volvió a leer el perfil...

Mujer Maravilla...

Sai se preguntó si había hecho lo correcto al adoptar a Rurouni, porque, el ya tenía una madre biológica. Seguramente si ella supiera de la existencia de su hijo, lo cuidaría, ¿Quién podría no encariñarse con un niño tan encantador como Rurouni lo era?

Pero Sai, aun reflexionando eso, no tenía ni la más mínima intención de entregarle su hijo a nadie. Ya era demasiado tarde. Rurouni ahora era su hijo y ella ahora era su madre.

Sai estuvo consciente de que talvez estaba siendo egoísta pero se convenció de que nadie era perfecto y algún defecto ella debía tener.

Sai no leyó nada más de la carpeta de su hijo. No quería saber que era lo que había pasado, ya se lo imaginaba. Dejó la carpeta a un lado y tomó la carpeta 000056.

La abrió y volvió a leer el perfil...

Superman...

Al encontrar a aquella niña, ¿haría lo mismo que hizo con Rurouni? ¿La adoptaría? ¿Buscaría a su verdadero padre? No...Aquellos superherores vivían en el mismo país, y de seguro, por lo menos se conocían de vista.

Si iba a buscar a ese tal Superman corría el riesgo de encontrarse con la tal Mujer Maravilla, y corría el riesgo de perder a su hijo. Además, siendo honestos, Sai sabía que Rurouni había puesto su lado materno a flote y rápidamente se encariñaría con aquellos niños que aun no había encontrado.

Eso era seguro.

Teniendo eso claro, Sai decidió que buscaría a los niños sin acercarse a ningún superhéroe...pero, ¿eso incluía a su propio padre?

Entre todo y todo, Sai había olvidado la verdadera razón por la cual había hecho aquel viaje: para encontrar al dueño de su ojo azul.

¿No lo buscaría ni le haría saber de su existencia?

Sai sacudió su cabeza, a la vez que despojaba esos pensamientos de su cabeza. Ahora lo más importante era su hijo y los niños que debía rescatar.

Se dispuso a leer toda la carpeta de 000056 en búsqueda de alguna pista, por más pequeña que fuese, que le ayudase a descifrar en donde podría estar el otro laboratorio.

Leer la historia era como leer la suya propia, al parecer la doctora tenía un patrón para sus atrocidades. Y por más que leyó cada detalle, no encontró ninguna pista de donde podría estar aquel laboratorio.

Una pequeña etiqueta en el costado de la carpeta sólo decía "Laboratorio externo"...

Pero eso no le decía nada.

Sólo podía deducir que talvez había mas de uno faltante, y lo mas probable es que los niños no estuvieran juntos, sino que cada uno estuviera en un laboratorio diferente.

ExperimentosWhere stories live. Discover now