No tengas miedo.

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Sin edicion

Día 14 (15/nov/2014) 

12:05 a.m. 

Puse todo dentro del maletero de mi auto, me metí en el y arranque el motor hacia la casa de Amy.

Cuando llegue salí de el auto y camine hacia la puerta pero me detuve antes de tocar, era media noche y tal vez todos estaban dormidos. Retrocedí un poco y vi la ventana de Amy que era la única que tenia la luz encendida. 

Camine hacia el árbol que daba a su ventana y empecé a subirlo como la otra vez intentando no hacer ruido. 

Cuando ya estaba afuera de la ventana de Amy toque levemente y espere a que abriera. Tenia las cortinas cerradas así que no podía ver si Amy estaba despierta o no. 

Volví a tocar. Nada

Otra vez. Nada aun. 

Otra vez, esta vez se vio una sombra por adentro de la habitación y después el lindo y adormilado rostro de Amy abrió la ventana dejándome entrar. 

-Luke que haces aquí?.- Pregunto tallando se los ojos con el dorso de la mano. 

-Es media noche y estoy aquí.- Conteste intentando hacer que entendiera. Ella tardo un momento pero me miro asombrada. 

-Vamos a ir a la playa?.- Pregunto alegremente. 

Asentí bese tiernamente su frente. 

-Nos vamos a las 5:00 a.m. deberíamos dormir un poco.- Sugerí caminando hacia la cama con ella.  -Espero que Cristian no me mate por secuestrar te.- Sonreí. 

-No creo que lo haga. 

Nos metimos debajo de las sabanas y abrace a Amy por la cintura. 

(...) 

5:30 a.m. 

Desperté media hora tarde y la playa quedaba a 7 horas de aquí. No era tanto pero quería pasar el mayor tiempo posible allí si Amy quería. 

Me levante de la cama y estaba planeando salir por la ventana en tipo "Chico malo" junto con Amy pero creo que estaba muy dormida para hacer eso. 

-Amy?.- La moví un poco sin obtener respuesta. 

-Luke quiero dormir un poco mas.- Contesto con la cara pegada a la almohada. 

-Puedes dormir en el auto preciosa.- Antes de que dijera eso ella ya estaba dormida de nuevo. Tome la mochila que me había dado cuando llegue, cargue con cuidado a Amy y salí de la habitación intentando hacer el menor ruido posible. 

La puse en el asiento del copiloto y puse el pingüino junto a ella para que tenga algo que abrazar. 

Puse sus cosas en el maletero, me metí a mi en el asiento del piloto y empecé un viaje que seria muy largo. 

(...) 

12:45 p.m. 

Todavía faltaba cerca de media hora para llegar, Amy no se había despertado y seguía apretando ese pingüino contra ella. No había reído cantado o hablado en el tiempo que había pasado en el auto dormida. 

Por fin estaba despertando un poco. 

-Hola bella durmiente.- Volví a llamarla así mientras ella me sonreía tallando se los ojos y sentándose bien en el asiento. 

-Ya llegamos?.- Pregunto adormilada. 

-Ya casi.- Conteste sonriendo. 

-Y mi mochila?.- Parecía un poco alarmada por haberla olvidado. 

60 Días Para Suicidarse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora