La historia detras de Eleanor & Park

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Sin edicion

Día 24 (25/Nov/2014) 

Esto es lo que me gustaría que Rainbow dijera, todo lo eh inventado yo.

Ya estábamos en el auto en camino a la firma de libros de Rainbow Rowell, Amy estaba dando pequeños saltitos en el asiento del copiloto emocionada.
-Y si no podemos hablarle?.- Pregunto un poco preocupada.

-Claro que le vamos a hablar.- La tranquilice.

-Y si no?.- Volvió a preguntar mordiéndose las uñas.

-Quieres algo de comer?.- Pregunte estacionando el auto enfrente de una pequeña tienda.
-No... bueno si, vamos.-Salio del asiento.

Caminamos hasta adentro de la tienda, Amy no había soltado su libro de Eleanor & Park desde que salimos de su casa, aunque lo había olvidado cuando estábamos saliendo.

-Bien, que quier....

-Los quiero.- Dijo abriendo los ojos, pasándome un bolsa de pequeños dulces de colores.

Reí tiernamente.

-Amy, esto no es comid...

-Los QUIERO.- Volvió a decir marcando la palabra "Quiero" y haciendo una carita de perrito triste.

¿Perrito triste?

O por dios, olvidamos a Rocket.

-Olvidamos a Rocket.- Avise riendo y tomando la bolsa de dulces.

-Oh dios, cierto.- Contesto sorprendida. -Bueno papa o Michael lo van a cuidar.

Encogió los hombros despreocupada.

Caminamos hasta la sección de comida rápida y tone dos sandwiches, le pase uno.

-Te compro los dulces, pero igual tienes que comer.- Ella asintió con media sonrisa. Para este punto ya me estaba alarmando que nunca la viera comer, aunque casi siempre cenara con ella.

Pagamos y salimos de regreso al auto, Amy brinco a la bolsa de dulces y tomo uno.

-Afo eftof fulfes.- Hablo con una bolita de dulce en la boca.

-Dijiste ¿"Amo estos dulces"?.- Le pregunte dentro del auto.

Ella asintió sonriendo.

-¿Por que?.- Volví a pregunta poniendo el auto en marcha.

Mastico la bolita y hablo:

-Antes me gustaban porque son ricos, y ahora su nombre me hizo amarlos.- Explico pasándome uno.

Vi la envoltura y decía:

"L&A, los mejores dulces que encontraras."

Sonreí.

-Creo que me gusta la envoltura.- Dije y metí el dulce en mi boca. Amy sonrió y volvió a hablar:

-Fo fasfia.- (Lo sabía). Sonrió y siguió comiendo los dulces.

(...)

Ya llevábamos una hora en la fila y estábamos a punto de llegar a la mesa. Amy tenía mi brazo entre sus manos y me estaba apretando obviamente nerviosa.

-... ouch Amy.... -Tenia la vista perdida en la mesa. -.... ¿Amy?.... -Nada. -... Amy, tranquila...-Tome sus manos antes de que me tuvieran que amputar el brazo.

-Lo siento.- Se disculpo mordiéndose el labio.

-Tranquila, si podremos hablar con ella.- Bese su frente intentando tranquilizarla.

60 Días Para Suicidarse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora