The promise

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Silencio, eso era lo único que se escuchaba en los pasillos de una casona, pero al acercarse a una de las puertas se escuchaban voces de pequeñas personas, gritos, risas y como el correr de los pies resonaban en el piso de madera.

Se abre la puerta y nos deja ver a muchas personitas en una sala de juego, todos corriendo, gritando y aventando cosas, con excepción de un niño; alejado en un rincón había una pequeña alma sentada en el suelo, con una almohada entre sus piernas y una libreta sobre esta, un niño de pelo castaño lleno de pintura mirando la obra de arte que hacía con sus dedos, él no necesitaba jugar con los demás niños para sentirse feliz.

Se escucharon las campanas, estás anunciaban la llegada de un nuevo integrante, así que todos dejaron lo que estaban haciendo y corrieron a la entrada, la madre superior les decía a los pequeños como formarse manteniéndolos calmados, pero el niño pintado no podía estarlo, siempre se emocionaba con la llegada de alguien nuevo.

- Niños, escuchen, en un rato llegará un nuevo integrante a la familia, él apenas tiene cuatro años y es un poco tímido, sean buenos con él.

- Si señorita Luz. - contestaron los niños al mismo tiempo.

- Chenle, él se quedará contigo.

El pequeño asintió emocionado, el niño nuevo era un año más chico que él, así que por fin podría ser el hermano mayor de alguien.

Después de un rato la luz del exterior se hizo presente, y con ella la presencia de un pequeño niño abrazando un oso color blanco tratando de ocultarse en la pierna de una de las monjas.

- Niños él es Jisung, su hermano menor - todos respondieron en voz alta "Hola Jisung", y regresaron a sus juegos en el salón.

- Hola soy Chenle, ven te llevo tu habitación - dijo emocionado

Jisung miró a la joven que lo trajo y está solo sonrío dando el permiso que el pequeño buscaba. Cuando entraron a la habitación el más pequeño pudo observar una mesita pequeña, una caja color verde y una litera, la habitación era realmente pequeña.

- Ahora todo esto también te pertenece, en esa mesita podrás dibujar te puedo prestar mis colores, aunque el piso también es cómodo - sonrió - en la caja verde está mi ropa, no tengo mucha, así que la tuya también podrá entrar, y estas son las camas yo duermo abajo y tú dormirás arriba.

- ¿ Y si me caigo? también se puede caer Teddy - dijo tímido el pequeño niño de cinco años mientras Chenle se moría de ternura.

- Entonces cambiemos, así no le sucederá nada ¿está bien?

- Si - sonrió el pequeño por primera vez en el día.

Durante las horas restantes Chenle y Jisung estuvieron juntos, subían y bajaban, entraban y salían, los dos no se separaron más que para ir al baño, y eso muy poco, ya que Jisung necesitaba ayuda con el cierre y el botón.

El cielo oscureció y con ella llegó la hora de dormir pero el pequeño seguía despierto.

- Chenle, ¿estás dormido? - no hubo respuesta - mis papás volverán por mí ¿verdad?, antes de salir de casa los vi durmiendo, cuando despierten volverán por mí ¿no Lele?

- Ya es tarde, debes dormir...

Jisung hizo caso pero ahora el que no podía dormir era alguien más, aunque tenía pocos años de vida, Chenle sabía que en ese lugar llegaban los niños en busca de familia y explicarselo a Jisung sería muy difícil.

Pasaron los años y los dos niños se volvieron inseparables, con el tiempo Jisung supo la verdad del porque se encontraba en ese lugar, esa fue una de las razones por la cual siempre estaba con Chenle, según el menor, Chenle sería su familia a partir de ahora. Cuando venía alguna pareja para adoptar los dos se escondía, habían prometido irse juntos o no ser adoptados, aun que no siempre se obtiene lo que uno quiere.

[ ... ]

Era la hora de juego, todos los niños estaban en el patio con sus amigos, gritando y corriendo como era de costumbres, pero en esta ocasión la madre superior no jugaba con los niños, se quedó frente a la puerta y buscó con la mirada a alguien.

- Jisung, necesito hablar contigo.

El niño se sorprendió pero no se negó, fue con la mujer y juntos llegaron a la sala principal.

- Jisung, han pasado casi cinco años desde que llegaste, conoces las razones por las que estas aquí, pero no sabes toda tu historia; tienes más familia Jisung, gente que te quiere mucho y te tratara muy bien.

- ¿Qué? quiere decir que...

- Has sido adoptado, tu tía logró tener tu custodia y hoy viene por ti.

- No, ¿qué pasará con Lele?, no lo puedo dejar, que venga conmigo.

- Chenle se va a quedar, alguien más le dará un hogar, él tendrá su propia familia.

- Pero ya tiene familia, nosotros lo somos, usted, Jaemin , Jeno, todos.

- Esto no está en discusión Jisung, ya todo está echo, así que ve a guardar tus cosas y te veo en 3 horas.

La madre nunca era dura con los niños, pero en estos momentos debía serlo. Cuando Jisung salió del salón fue corriendo a su habitación donde ya la esperaba Chenle con sus cosas en una bolsa.

- La madre dulce me dijo que hoy te ibas y quería ahorrarte un poco de tiempo.

- ¿Por qué? - dijo con la voz cortada.

- Para estar más tiempo juntos.

Después de esas palabras los dos soltaron en llanto dándose un fuerte abrazo, habían prometido no separarse nunca pero hoy se rompe el noble acuerdo. Pasaron las horas hablando de todo lo que hicieron, recordando cosas buenas y malas de sus días en la casa, pero ese momento terminó cuando el reloj marcó las 5:30, en la entrada se encontraba una señora de cabello oscuro junto a la madre superior esperando al más pequeño de la casa, quién era escoltado por su mejor amigo.

- Ya está todo, es momento de irte - dijo la monja a Jisung, quién sólo volteó a ver a su amigo dándole su osito blanco

- No Sung , es tuyo.

- Quiero que lo conserves, así sabrás que aunque no esté presente, siempre estaré a tu lado.

CHENSUNG OS ;                    Promise 🧭 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora