Capítulo 04: La Manada 🌕🌑

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Maryan se encontraba tan confundido y bajo tanta presión, que se desmayó, cayendo en los brazos de su mejor amigo.

- ¿Maryan? ¡Maryan, Joder! - Dijo Jesús mientras sostenía el cuerpo inconsciente de Maryan, los presentes, estaban congelados.
Los Alfas escucharon algo a la lejanía.

- Están volviendo algunos lobos, debemos irnos. - Dijo Lexosi, mientras se acercaba a Jesús, en un intento de llevarse al Omega, el otro Alfa que sostenía al chico inconsciente gruñó.

- No te lo vas a llevar, Alfa. - Dijo Jesús, diciendo la última palabra con algo de enojo.

- Es mi Omega, es mío, me lo llevo si quiero. - Dijo Lexosi acercándose a Jesús nuevamente, Jesús no lo dejó acercarse más y se paró, rápidamente, para llamar a los padres de Maryan e irse a la casa. Jesús aulló, una cualidad que había conseguido al tener un gran vínculo con su lobo.

- Maryan es mi mejor amigo y, en algún momento fue mi Omega. Tengo derecho a llevármelo para ocuparme de su bienestar. - Los lobos empezaron a llegar desde el bosque, volvían a su forma humana y se quedaban observando la escena en silencio. - Sé muy bien que ahora es tu Omega, Lexosi, pero es mi amigo y no se encuentra bien, tu más que nadie deberías saberlo y entenderlo. Tienes una madre Omega, no dos padres Alfas. - Dijo Jesús en un susurro sus últimas palabras. Jesús era un Alfa puro, con ambos padres Alfas, aunque su madre no parecía uno.

Llegaron los padres de Maryan.

- ¿Jesús, hijo que pasa? - Dijo la madre de Maryan cuando estaba casi al lado de Jesús, luego notó el cuerpo inconsciente de su hijo. -Ay no, ¿Jesús que pasó? - Dijo la madre preocupada, tocando el pelo rubio del Omega con cariño. - ¿Pasó de nuevo? - Jesús asintió.

- ¿Que, que pasa con mi Omega? - Dijo Lexosi con algo de fuerza en sus palabras, asustando a los Omegas cercanos y causando que Maryan se acurrucara aún más en los brazos de Jesús, haciendo que este le calme de nuevo.

- Nuestro hijo tiene un problema con los nervios y en situaciones como estas, se desmaya, es mucha presión para un Omega de su edad. - Dijo el padre de Maryan, mirando a Lexosi con frialdad. - Alfa, Luna, me retiro con mi Omega, mi hijo y mi sobrino. - Dijo agarrando el hombro de Jesús suavemente, para empujaron hacia adelante, incitándolo a caminar.

- Espera. - Dijo Lexosi, haciendo que el hombre parará y lo mirara. - Con mi Omega no te vas, lo he buscado por mucho, no puede desaparecer así como así.

- No lo hará, nos quedaremos por una semana, los chicos necesitan un descanso de la escuela, además, tus padres y yo, nunca perdimos el contacto, Adolfo. - Dijo mientras se daba la vuelta y caminaba hacia la casa.

Adolfo se dió la vuelta dispuesto a irse a casa, enojado por que los Alfas se habían llevado a su Omega, el Omega que llevaba buscando desde que tenía 14, cuando pasó un año desde la última vez que lo había visto.

Al día siguiente, Adolfo se despertó con un dolor de cabeza. Decidió contarle a su madre, para que le dé una aspirina o algo así.

- Amor, no puedo darte una aspirina, es un dolor ocasionado por la conexión que tienen Maryan y tú, el tiene dolores de cabeza por el desmayo, por lo que tu también los tendrás. - Lexosi se cansaba de que todos estuviesen hablando de Maryan. El timbre sonó y detrás de esta puerta, estaban sus dos mejores amigos, Elyas y Samuel, que ambos tenían un lazo con el otro.

- Escuchamos sobre lo de ayer, Lexosi. - Dijo Elyas en cuanto se sentó.

- ¿Pasó algo con el Omega y su Alfa? Dijeron que el y tú habían tenido una mini pelea. - Dijo ahora Samuel, mostrando preocupación en sus palabras. Cuando Samuel dijo que Maryan era el Omega de Jesús, no pudo resistirse y gruñó.

It's You - lexilex # omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora