- Mary, - Dijo Marissa llamando la atención de su hijo. - Tienes visita. - Dijo con una sonrisa. - Traeré té, siéntanse como en casa.
- Alfa Daniel, Lexosi, ayer Aria me dijo que me visitarían. - Dijo con algo de calidez.
- Entonces te dijo por qué vendríamos ¿no? - Preguntó el Alfa Daniel, Maryan asintió.
- Me gustaría primero conocer un poco a Lexosi, tal vez luego lo considere, sino sería muy forzado e incómodo.
- ¿Entonces, podremos dar el aviso de que te ha encontrado? - Maryan asintió.
- Sólo, dile a la manada que lo tomaremos con calma, no quiero que me reconozcan sólo por ser el Omega de la Manada.
- Bien, cuando quieras puedes venir a casa y pasar tiempo con Aria, esta algo sola por casa y le caes muy bien. - Dijo el Alfa con una sonrisa en su rostro al nombrar a su Omega.
- Vale, gracias por la invitación. - Dijo Maryan con una sonrisa sincera.
- Entonces, ¿Eres mi Omega ahora? - Dijo Lexosi.
- Algo así. - Dijo Maryan.
Cuando volvió la madre de Maryan, Daniel y ella hablaban, mientras que Maryan y Lexosi, miraban a sus padres hablar tranquilamente, compartiendo alguna que otra mirada.
- ¿Cuando podremos dar el aviso, Marissa? - Preguntó el Alfa Daniel hacia la Omega.
- No lo sé, cuando a ustedes le parezca bien.
- Lexosi, se va haciendo tarde, deberíamos ir volviendo a casa, me toca cocinar hoy. - Dijo el Alfa Daniel, sorprendiendo a los Omegas.
- ¿Alfa Daniel, usted cocina en su casa? - Preguntó Maryan, algo curioso por la respuesta.
- Aria y yo nos turnamos, ya que no debería hacerlo todo sola, por lo que nos dividimos las tareas entre los tres. Por eso mismo, me toca cocinar hoy. - Dijo mientras se levantaba del sillón, siendo seguido por su hijo, que repitió su acción.
Cuando estaban en la puerta, se despidieron con dos besos, pero Adolfo le preguntó algo de imprevisto a Maryan.
- ¿Pu-edo abrazarte y dejarte algo de mi olor? - Preguntó mientras miraba el piso como si fuera lo más interesante del mundo, intentando esconder su sonrojo.
- Oh, vale. Total, tendré que acostumbrarme a tu olor, ya que se supone que somos mates. - Dijo Maryan abriendo sus brazos, haciendo que los tres lo mirasen sorprendidos. Adolfo se acercó y lo abrazó, enterrando su nariz en el hueco que queda entre el cuello y la clavícula de Maryan, haciendo que este quede más o menos cerca del corazón de Adolfo, sintiendo su latido acelerado, que latía al ritmo del de Maryan, cosa que le pareció rara a este.
Se quedaron en esa posición durante unos minutos, mientras que Adolfo disfrutaba del aroma tranquilizante de Maryan, Café y Caramelo. Maryan sentía como Lena se tranquilizaba al sentir a Eros cerca, Maryan disfrutó del olor tan tranquilo que emanaba Adolfo, chocolate caliente y galletitas de vainilla.
Los días comenzaron a pasar y por cada uno que pasaba, Adolfo y Maryan se volvían más cercanos. El día en el que anunciarían que Adolfo había encontrado a Maryan.
- ¿Quieres que les digamos que eres tu y que te vean? ¿O prefieres que sea secreto? - Preguntó Adolfo a Maryan, sintiendo como el Omega se lo pensó.
- Creo que deberíamos decirles. - Dijo Maryan acercándose a Adolfo y apoyando su cabeza en el hombro de este. Sintieron el olor de una Omega, muy dulce y empalagoso. De dieron la vuelta y vieron a la chica.
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It's You - lexilex # omegaverse
Fanfic-Ya sé que soy 2 años menor que tú, Adolfo y que te gusta otra persona. Tú eres y siempre serás mi primer amor, no importa lo que ocurra yo estaré para ti, Siempre - Le prometió Maryan a Adolfo a sus tempranos 12 años. Sin importar que 3 años despué...