El Miedo A Sonreír

Capitulo 1
Hoy es septiembre 8 el día comienza de una forma tan normal, me levanto tan repentino al escuchar mi alarma, me siento en la cama en lo que mi mente piensa en como podría ser el día. Me levanto finalmente a meterme a bañar, en lo que el agua baja por mi cuerpo empiezo a pensar que será un gran día, al salir me siento en el baño sin hacer nada, solamente ver qué estoy bien, como es de costumbre me miro a espejo pensando tantas cosas que no sé si estoy bien o solamente me gusta verme, salgo a comer un poco, luego me despido de mi mamá y camino hacia el autobús. Camino sobre la banqueta solo dejándome llevar por mi rutina a cada paso.
Al subir al autobús saco mis audífonos de la mochila para poder estar en mi mundo, en el cual son mis pensamientos, las letras de las canciones y el camino, que lo hace algo tan fascinante ver cada parte de esta ciudad, cada cosa que al parecer cada día es interesante o monótono para cada quien.
Al llegar a la escuela entro viendo a desconocidos, amigos y mis mejores amigas, me siento en un lugar que está cerca de amigos pero no tan alejado de mis amigas para poder platicar, sin embargo me pongo a hacer mis deberes para poder estar libre, hago tareas, recuentos de cosas para el final de la primer clase tengo una tarea nada más.
Al llegar el receso me dejaron solo una tarea que haré en ese momento para no jugar, me pongo los audífonos para alejarme de todo sonido pero no logro concentrarme gracias a ti, pero pude hacer mi tarea que luego me piden así que se las doy.
Cuando termina la escuela busco con desesperación la cara conocida que ví el día de ayer, al voltear hacia la puerta te veo, estás agarrando tu cabello y platicando con una amiga tuya.
En ese momento empiezo a correr para alcanzarte, cuando lo logro te doy un toquecito en el hombro para que voltees. Te veo a los ojos, mi corazón empieza a latir más rápido, me sudan las manos, pero agarro valor y te digo.
-Ho...hola, disculpa es que ayer te Vi en la salida y me pareciste muy bonita- la verdad es que en mi cabeza sonaba mejor pero te veo y respondes.
-Hola, pues gracias- respondes tan cortante.
-Tenia una duda, ¿Me podrías decir cómo te llamas?- digo con el poco valor que me queda para seguir hablando contigo viéndote.
Lo dudas mucho, lo comprendo soy un desconocido eso se me había olvidado porque la verdad sentía que te conocía desde siempre pero me logras contestar -Leydi, mi nombre es Leydi-.
Guau me parece algo tan hermoso, un nombre que no había escuchado, agregando tu cara tan linda mirándome a los ojos que hace que tenga un nudo en la garganta, a pesar de eso logró decir una oración.
-Que lindo nombre tienes-
-Ajá, muchas gracias- respondes mirándome de arriba a abajo.
-Esta bien, espero tengas un gran día, nos vemos- digo con algo de pena dado que me estoy empezando a sonrojar.
-Gracias, gracias e igualmente-
Me alejo poco a poco no dejando de pensar en ti y en cada parte de tu hermosa pero igual de tierna carita, me subo al autobús, me pongo los audífonos para entrar en un mundo del que no quiero salir en ese estás tú ahí.