Bailando en la Oscuridad

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_Pasé tres días cerca de mi mamá cuando me permitieron verla. No quería alejarme de ella, tenía miedo de que le pasara algo mientras estaba en casa, en clases o haciendo cualquier otra cosa. Uno nunca sabe. Así que me quedé día y noche a su lado. Aproveché que tenía esos días libres porque los profesores y los alumnos estaban ocupados preparando todo para el evento escolar. Una de las cosas que me contó Anni es que están planeando un baile.

Anni me visitaba siempre que podía, lo cual me hacía feliz. Como es la única amiga en la que confío, hablar con ella me reconfortaba. Mi mamá ya no hablaba con claridad, hacía lo posible por comunicarse conmigo y mantenerse concentrada, pero a veces parecía una niña de dos años o se quedaba mirando al vacío. Eran pocos los momentos en los que lográbamos hablar bien.

_Estando acostado en una silla al lado de la camilla de mi madre, mientras ella dormía yo leía un libro llamado "Misery", que había sacado de la colección de películas y libros de mi hermano, escucho tocar la puerta de la habitación y la abren. Veo que es Anni, llevando consigo una bolsa negra. Se adentra en la habitación y se sienta a mi lado.

- Bueno, ¿Cómo está tu mamá?

- Bueno, creo que bien. Despertó hace un rato y me dijo que tenía hambre. Le traje comida y luego se volvió a dormir.

- Ah, okey, está bien. Bueno, digo, al menos come, ¿verdad?

- Sí, menos mal. ¿Y qué llevas allí?

_Señalo hacia la bolsa negra que tiene en sus piernas.

- Es comida para ti... Imaginé que no has comido, ya que son las 3 de la tarde y como no sales mucho de aquí, tampoco. Así que te preparé comida para hoy y para mañana por la mañana.

_Tomo la comida y le agradezco por ello. Luego, coloco la comida en una mesa que teníamos detrás. Está lo suficientemente cerca como para que pueda estirarme mientras estoy sentado y colocarla allí.

- Oye, mira, mañana es el baile escolar y quería preguntarte si quieres ir al baile conmigo.

- ¿Eh... contigo?

- ¡No, eh... no que... no, claro que conmigo no! Digo es que... digo que como amigos, ¿si quieres?

- Jejejeje... okey, bueno, sabes que no me gusta ir a ese tipo de cosas. No me gusta

- Sí, ¿por qué no vas? Vas y ves a Anni. Casi nunca sales y si lo haces, es solo para ir al liceo. Ve y hazlo por mí, Dave.

- Mamá, estás despierta. Qué bien. ¿Cómo te sientes? ¿Tienes hambre?

- No cambies de tema. Quiero que te diviertas.

- Pero estoy aquí, cuidándote y esperando a que te recuperes para ir a casa.

- Dave, cállate y ve. No quiero verte aquí más. Ve y diviértete, no te quedes aquí todo el tiempo. Tienes derecho a ir a pasarlo bien. Y no te lo tomes a mal, por favor.

- Bueno, señora, no importa. Me tocará ir sola o tal vez no vaya.

- Dave, hijo, por favor ve. Te lo pido, hazlo por mí. Quiero que te diviertas.

Aaaahhhhh... está bien, voy, pero solo por un rato. No me voy a quedar toda la noche.

_Anni se alegra al escuchar esto, se inclina y me abraza. También mi madre sonríe al escuchar lo que digo.

- Síiiii, gracias, muchas gracias, señora María.

- No hay de qué, también lo hago por mí. Quiero verlo feliz y divirtiéndose antes de que...

- No te va a pasar nada, mamá. Por favor, deja de decir eso. No me gusta que pienses esas cosas.

- Está bien, dejaré de eso.

En el Lado Oscuro de la LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora