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Estaba en el salón de Primavera, presenté un cuadro llamado Maternidad. Este tiene el estilo de muchos anteriores: como dicen los críticos en su insoportable dialecto, era sólido, estaba bien arquitecturado. Tiene los atributos que esos charlatanes  encontraban siempre en mis telas, incluyendo "cierta cosa profundamente intelectual". Pero arriba, a la izquierda, a través de una ventanita, se veía una escena pequeña y remota: una playa solitaria y una mujer que miraba el mar. Era una mujer que miraba como si estuviera esperando algo, quizá algún llamado apagado y distante. La escena sugería, en mi opinión una Soledad ansiosa y absoluta.

Nadie se fijó en esa escena; pasaban la mirada por encima, como algo secundario, probablemente decorativo. Con la excepción de una sola persona, nadie pareció comprender que esa escena intuía algo esencial.
Un chico desconocido estuvo mucho tiempo delante de mi cuadro, en apariencia, a la gran mujer en primer plano, la mujer que miraba jugar al niño. En cambio, miró fijamente la escena de la ventana y mientras lo hacía tuve la seguridad de que estaba aislado del mundo entero; no vio ni oyó a la gente que pasaba o se detenía frente a mi tela.

Lo observé todo el tiempo con ansiedad. Después desapareció entre la multitud, mientras yo vacilaba entre un miedo invencible y un angustioso deseo de llamarlo. ¿Miedo de qué? Quizá, algo así como de jugar todo el dinero que se dispone en la vida a un solo número. Sin embargo, cuando despareció en la multitud, me sentí irritado, infeliz, pensando que no podría volver a verlo jamás, perdido entre los millones de habitantes de Corea.

Esa noche volví a casa nervioso, descontento, triste.

Hasta que se clausuró el salón, fui todos los días y me colocaba suficientemente cerca para reconocer a las personas que se detenían frente a mi cuadro. Pero no volvió a aparecer.

Durante los meses que siguieron, solo pensé en él, en la posibilidad de volver a verlo. Y en cierto modo sólo pinté para él. Fue como si la pequeña escena de la ventana empezara a crecer y a invadir toda la tela y toda mi obra.
























En todo el fic narrará Hoseok, al menos de que se me ocurra hacer uno para Tae

🥀•Despair•🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora