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Tuve relaciones con una chica, y joder, ¡Fue genial! Dos días antes de que eso sucediese yo era hetero, o bueno eso era lo que creía. Tenía un novio con el que pronto cumpliría un año de una buena relación. Pero no contaba con que en una fiesta se alborotarían mis hormonas.
Sentada en la barra vi a una atractiva rubia bailar. Y a juzgar por sus movimientos pude decir que tenía basta experiencia en ello. Aún recuerdo, la vista que obtenía al estar arriba de ella, los magníficos sonidos que producía para mí. La sensación que sus manos me brindaban al pasarse por mi cuello.
La suavidad de su cuerpo al momento de tocarla, la seguridad que sus gestos me brindaban. Su respiración, rápida a causa de mis caricias.
Su voz, ¡Maldición! Juro que era jodidamente hipnotizante. Había pensando que sólo había sido algo momentáneo, pero conforme los días pasaban, algo en mí me pedía volver a follarme a esa chica.
¿Y quién soy yo para juzgar a mis deseos?
...
Tomé la chaqueta azul que hace unos minutos arrojé al suelo, y salí del departamento, ahora mismo Jinyoung podía joderse. Tengo prioridades. Mi rumbo era el club en el que estuve la vez pasada.
Con cada paso que daba las esperanzas de volver a encontrar a esa rubia crecían más y más. Llegué, detuve el paso al estar frente a uno de los guardias que cuidaban la entrada, después de todo, "Sin boleto, no hay pase" Sin embargo, no hizo falta sacar mi identificación, después de ese favor que le hice, dejarme entrar era lo mínimo que ese chico podía hacer.
Sonrió y extendió su mano, dejándome ver algo en ella.
—Gracias, Jin. — Dije mientras tomaba la tarjeta que me permitiría tomar hasta el cansancio.
—No hay de qué, Jisoo. Tú me ayudaste en mi problema con mis padres. Así que, diviértete, que tus bebidas y permisos corren por mi cuenta. — Se hizo a un lado, y después de dedicarle un gesto de agradecimiento, entré.
Kim Seok-Jin, un pelinegro alto y altamente atractivo, gay de clóset y mi mejor amigo. Él necesitó de mis habilidades de actuación para hacerle creer a sus padres que era heterosexual. Y ya que en ese momento yo lo "era" No me fue difícil el ayudarlo.
Además, besa bien el condenado.
...
La música estaba alta, y es que, ¿Qué se esperaba de un club tan popular? Lo primero que hice fue acercarme a la barra, antes de iniciar con mi búsqueda debía beber algo, además, debo aprovechar la tarjeta platino que Jin me dio. Ese tipo de tarjetas eran muy costosas, ya que te daban la libertad de beber y hacer todo lo que quisieses en tres noches. Inclusive, llevarte a más de una stripper a la habitación.
Aunque con la situación que tengo, por el momento no estoy deseando esos servicios. Supongo que la calentura puede esperar, esperar a una sexi rubia.
—Hey, hey, Jongin. — Saludé a mi buen amigo y tomé asiento, en la espera de que me dijese que no le llamase así.
