𝙚𝙡 𝙘𝙝𝙞𝙘𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙗𝙧𝙖𝙘𝙠𝙚𝙩𝙨.

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"𝙛𝙡𝙖𝙨𝙝𝙗𝙖𝙘𝙠."

Si había algo con lo que hwang perdiera la cordura existía, éste tenía nombre y apellido. yang jeongin. Aquél pequeño niño que cursaba el segundo semestre de preparatoria, con unos ojos indescriptiblemente hermosos y una sonrisa que derretía a cualquiera. Sí bien, el alfa de cabellos azabache estaba perdidamente enamorado del menor, desde que lo vio con su linda cabellera ondulada despeinandose por el fuerte viento que corría esa mañana, su alfa se había conectado inmediatamente con el omega del niño.

El primer intentó de acercamiento por parte del azabache, en ese tiempo, al castaño, fue en un pequeño accidente. El menor de los dos corría por los pasillos de la institución sin cuidado alguno, huyendo de Yongbok, o Felix, como algunos lo conocían, el australiano que venía de intercambio, si bien sabía, era el mejor de amigo del omega o algo así había escuchado. Cuando menos lo espero el menor yacía sobre el suelo, con sus manos pegadas a su pecho, tratando de amortiguar el golpe que ocasionó su caída.

El menor de los dos soltó un chillido audible para todos los espectadores en el lugar. Éste trato de levantarse, pero su débil cuerpo no se lo permitió, quedando de costado sobre el suelo, con el dolor de sus rodillas persistente en la zona, quería llorar.

ㅡ Oh, dios. - un grito fue lo primero que escucho por parte del de cabellos rubios, corriendo hasta donde estaba su mejor amigo, tirado en el suelo. -

Se sorprendió al ver como éste trataba de juntarlo del suelo, pero sus flácidos brazos no lo permitían. Dudo en acercarse, pero su instinto no podía permitir dejar a su omega tirado en el suelo, quizá a punto de llorar.

ㅡ ¿Te encuentras bien? Ven, déjame ayudarte. ㅡ el azabache tomo el coraje de acercarse a donde se encontraban los dos adolescentes, uno de ellos desprendía un olor de preocupación, supuso que era del rubio y el otro desprendía miedo y dolor, su omega. Como pudo, tomó al menor entre sus brazos y lo alzó. ㅡ Te llevaré a la enfermería, tus rodillas se ven mal, pequeño.

Caminó con rapidez hacía el salón donde se encontraba la enfermería, con un "niño" preocupado siguiendo sus pasos por detrás. Se encontraba preocupado, sí, lo estaba. El omega, por así decirlo se encontraba sollozando aferrado al cuello del alfa, y era algo entendible, sus rodillas estaban raspadas, y llenas de sangre. Su jean se había roto y su camisa se encontraba manchada por la suciedad del suelo. El alfa solo quería abrazar el pequeño cuerpo del chico, calmarlo con su olor y decirle que todo estaría bien, pero necesitaba curar sus heridas antes que nada, o quedarían cicatrices feas.

ㅡ ¿Puedes caminar? ㅡ el alfa se limito a preguntar, quería bajarlo de sus brazos y corroborar así que tan mal se encontraban sus rodillas. Por su lado, el castaño solo asintió, aun sin poder mirar al alfa. ㅡ

Como pudo, el menor bajo lentamente de sus brazos. Pero el azabache nunca lo soltó, no quería que volviera a caer. Con cuidado y apoyado del costado izquierdo al alfa, y del lado derecho su mejor amigo, otro omega, se encontraban llevando al menor por los pocos tramos que faltaban por llegar a la enfermería.

ㅡ Ven, sientate aquí. - el alfa esbozó una de sus mejores sonrisas, quería calmar al menor y darle a enteder que se encontraría bien, por que su alfa estaba ahí, y no dejaría que nada malo le pasase, de nuevo. - Tengo que atender tus heridas ahora, pequeño. Podrías.. ya sabes, retirar tu pantalón. - el azabache quiso sonar lo más tranquilo y correcto que pudo, no quería incomodar aún mas la situación, pero era necesario.

𝑊𝐴𝑇𝐸𝑅𝑀𝐸𝐿𝑂𝑁㌡hyunin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora