𝑊𝐴𝑇𝐸𝑅𝑀𝐸𝐿𝑂𝑁㌡hyunin.

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Las vacaciones para ambos chicos habían acabado, lo cual implicaba que debían volver a su vida rutinaria, aquélla donde los dos se separaban durante las clases, y se veían durante los recesos. Era un poco difícil verse entre clases, pues el mayor de los dos ya cursaba la universidad y el pequeño estaba en su último semestre de preparatoria. Hyunjin agradecía internamente que el colegio fuese de esas grandes instituciones, donde solo habían diferentes departamentos, los cuales se dividían en preescolar, escolar, secundaria, bachillerato y por último universidad, de esa manera no había tanto problema, podían verse de momentos.

Algo que odiaba Jeongin era el toque de queda, si bien, el entrar de nuevo al colegio implicaba dejar la comodidad de su casa y volver nuevamente a las habitaciones compartidas. No es que le molestará compartir habitación con alguien más, pues para Jeongin tener a Felix como compañero era una bendición de dios, seguro hubiera muerto el primer día de clases si no lo hubiera conocido. Lo que realmente le molestaba era tener que volver a los dormitorios antes de las 23:00 horas, ni un minuto más. No podía estar junto a su hyung, y tampoco podía llenarle de besitos los labios, aquéllos labios que Jeongin tanto amaba tocar y besar, aquellos labios que lo hacían estremecerse cuando Hyunjin besaba su cuello, o cuando se encontraba explorando su anatomía completa.

Deseaba poder quedarse en casa, y que Hyunjin se quedara en ella como solía hacerlo todos los fines de semana. Esos fines de semana donde los padres del menor se encontraban fuera hasta tarde, lejos de interrumpir a los dos chicos.

Cuando ambos se encontraban solos solían tener sexo gran parte del día, les gustaba experimentar cosas nuevas, la cama ya era algo rutinario, si bien recordaba su lugar favorito fue en la ducha, quizá en la mesa, o en la sala de star, probablemente lo fue la habitación de sus padres o en el patio. La piscina o el colegio, sí, tener sexo dentro de las instalaciones del colegio se había vuelto costumbre cuando se veían, por que pasar tiempo separados era un martirio, uno del cual querían escapar.

Jeongin dejó de pensar tanto y volvió a sus casillas, seguro ya había perdido gran parte de su sueño por estar pensando en su alfa, pero era algo inevitable y tampoco quería dejar de hacerlo. Si debía perder su tiempo lo haría sin duda pensando en Hyunjin, aún que esté nunca fue una pérdida de tiempo para Yang.

ㅡ mh, es muy temprano, no quiero volver a la escuela, mamá.  - Jeongin se quejó bajando por las escaleras hasta la cocina, donde se encontraba su madre tomando el café mañanero. - ¿me puedes recordar por qué sigo estudiando?

ㅡ por que eres un idiota, innie. Y si no estudias quedarás a un más idiota.  - la cantarina voz de su hermano se escuchó al fondo de la cocina. Sí, se trataba de Seo Changbin, un alfa mayor que Jeongin por cinco años. Éste no poseía el apellido Yang, ya que sus padres lo decidieron así, el alfa tendría el apellido de su padre y el omega el de su madre, por esto era que sus apellidos eran completamente diferentes, lo que realmente los unía era un lazo de sangre, y claro, vivir bajo el mismo techo.

ㅡ nadie pidió tu opinión, querido hermano. - Jeongin rió sacandole la lengua a su hermano, éste solo se limitó a despeinar los suaves cabellos del pequeño Jeongin compartiendo las risas con su hermano y madre. - tú también debes volver a la universidad, así que calla, que estamos viviendo en la misma situación.

Jeongin se defendió, sentándose a tomar el desayuno pues no obtuvo una respuesta en concreto por parte de su hermano, solo un bufido en señal de desagrado, a Changbin tampoco le agradaba la idea de volver a la escuela, solo tenía tres motivos para asistir, el primero, cuidar de su dulce hermano, segundo, no quería quedar idiota, como Innie y por último pero no menos importante, Lee, su novio.

El menor terminando su desayuno, dejó un besito en la mejilla de su madre y otro en la mejilla de su hermano, debía irse temprano si quería pasar algo de tiempo con su hyung sin que Changbin se diera cuenta. Por que, ehm, era algo complicado de explicar. Hyunjin era el mejor amigo de la infancia de Changbin, sí, más no sabía que Hyunjin era el novio de Innie, Changbin nunca lo entendería. Jeongin tenía tan solo 16 años, mientras que Hyunjin 21, no era mucha la diferencia, pero Jeongin aún era menor de edad, su cumpleaños número 17 se acercaba, pero aún así Jeongin siempre sería el bebé de Changbin y éste jamás dejaría que estuvieran juntos, o al menos eso sentía su corazón.